Las lluvias que de manera despareja han caído sobre la Cuenca Oeste de Buenos Aires, marcan para mediados de Enero un nivel de humedad en los suelos que resulta, en general, satisfactorio para la época. Con la salvedad de que, por su dispersión, han dejado algunas zonas con claros excesos, y otras sólo «con lo justo».
Y algo parecido estaría sucediendo entre las más importantes cuencas lecheras del país.
Respecto de las temperaturas, se han alternado días sofocantes, con altas marcas y humedad ambiente (los previos a las lluvias), con otros más frescos (posteriores a las mismas).
Hacia fin de mes y Febrero, la dispersión de las tormentas se iría haciendo algo más homogénea en su cobertura territorial, de acuerdo a lo que permitiría prever el comportamiento que trae «El Niño» (que se mantendría con intensidad hasta el próximo otoño).

PRODUCCIÓN Y PERSPECTIVAS
Durante Diciembre, la producción en la Cuenca Oeste fue entrando muy lentamente en la «baja» estacional, hasta la cercanía de la Navidad, cuando varios días con alto stress térmico, provocaron un significativo escalón de caída. Luego, entrados ya en Enero, las curvas de los recibos de fábrica han seguido la tendencia esperable para este momento del año, con oscilaciones vinculadas a los vaivenes de las condiciones ambientales. Y niveles algo menores a los del mismo mes del 2015.
Por otra parte, también se han verificado lógicas disminuciones en los porcentajes de sólidos útiles de la leche, en consonancia con lo antes mencionado, y por la imposibilidad de mantener las concentraciones energéticas en las dietas de los rodeos, por tamberos extenuados económica y financieramente.
A su vez, a la hora de mirar hacia adelante, el panorama tampoco se muestra alentador para la producción, en lo inmediato de un 2016 que cargado de dificultades y así como están las cosas, ya insinúa entregar al cabo de sus doce meses, una producción menor a la del año previo.
En el sector lechero, muchos comprendemos la lógica del proceso de reconstrucción económica que hoy transitamos, y las mejores perspectivas que a partir de la misma, se avizoran hacia el mediano plazo. Pero como tantas veces, el problema es el «mientras tanto»… ¿Cómo podrán llegar los tambos hasta ese futuro?

PRECIOS ORIENTATIVOS DEL MES DE DICIEMBRE
En la Cuenca Oeste de Bs. As., para una leche libre de Brucelosis y Tuberculosis, con 3.50% grasa y 3.25% proteína, que tiene 25.000 UFC, 300.000 CCS, y es remitida a 4.0 ºC. Se trata de una estimación genérica y -como tal- sólo orientativa, referida a algunas de las principales empresas que operan comercialmente en la Región. IMPORTANTE: Se trata de valores estándar “de circular” en “anillo 2” para La Serenísima (no incluye notas de crédito), pero de precios “llenos” para el resto de las empresas.

EL ESCENARIO COMERCIAL
Diciembre: Precios estables, en niveles muy bajos
Al mantenerse estables los precios en Diciembre, en términos de $/litro, esto marcó una pequeña suba en términos de $/Kg de proteína, por haber caído el porcentaje de sólidos útiles en la leche producida. Todo, dentro de rangos de precios muy bajos. En la comparación interanual, la caída se ubicó alrededor de 19,00% en $/litro, y entre 16,00% y 17,00% en $/KPT, respecto de 2014. En moneda corriente, sin deflacionar.
Mientras, el peso de considerables sobrestocks en muchas industrias, ha seguido siendo importante, y frenó el inicio de una muy necesitada recuperación de los precios al productor.

Enero: Las industrias comienzan a ver que les puede faltar leche
En medio de las graves dificultades que atraviesa por estos días el sector lechero, es importante que tomemos nota de un cambio incipiente en nuestro escenario: las industrias más profesionales han comenzado a ver que, más allá de la «presión de sobreoferta» creada por los stocks actuales (al no haberse encontrado adecuadas vías de salida en el mercado externo), la prolongación excesiva de los precios de la leche por debajo de lo que cuesta producirla, comenzó a mostrar señales preocupantes en los tambos.
Y esto presagia la posibilidad de que en unos meses, cuando se hayan logrado disipar los mencionados stocks, sea ya tarde para reaccionar, y la caída de la producción por KO Técnico, sea tan significativa, que requiera demasiado tiempo hasta su recomposición, haciendo que a la industria le falte leche, en relación a sus necesidades operativas y de colocación.
Entonces, volverá a regir la «Ley de la frazada corta» y ninguna quiere ser la que se quede sin la leche que necesita. Por eso las que trabajan con mayor inteligencia de mercado, ya se están adelantando a tratar de asegurarse su «masa crítica» estimada. Lo cual puede recrear saludable y crecientemente, un ambiente de sana competencia y estímulo a la recomposición de los precios a los productores. Habrá que trabajar y negociar mucho. Porque además de la producción, la comercialización… ¡También es un trabajo!

EL MARCO POLÍTICO INSTITUCIONAL
Un presente abismal, un puente… ¿Y después?

El nuevo Sub Secretario de Lechería abrió diálogo y negociaciones con productores, industrias y comercializadores, para impulsar un cambio de tendencia para el sector. Nos parece muy auspicioso como arranque, y apoyamos también el primer paquete de medidas para la gravísima emergencia que atraviesan los tambos. Pero la película sigue, y nos surgen inquietudes sobre tres cuestiones, al menos:

•Necesitamos conocer los canales de comunicación, para que cualquier tambero pueda gestionar su acceso a la ayuda de $0,40/litro. Se requiere de una amplia campaña de información, instructivos, etc. Porque si no, van a quedar afuera muchos, como la vez pasada. Lo mismo vale para los créditos. Si bien asumimos que en todas las sucursales del Banco Nación y Provinciales, los Gerentes estarán en condiciones de informar, solicitamos una buena campaña de difusión pública. Y está pendiente el tema de las Compras del Estado, claves para descomprimir los stocks agobiantes.

•Y además de la atención de la emergencia, deberíamos también empezar a delinear los pasos a seguir para salir de esto, y comenzar a avanzar hacia adelante. Para lo cual sugerimos:
– Favorecer la libre competencia por la leche, con reglas claras, evitando los oligopsonios, y disminuyendo el % de comercialización informal.
– Impulsar un Programa Nacional de Desarrollo Lechero de las Regiones.
– Retomar con energía el Programa de Liquidación Única, y la concreción de todos los pasos necesarios, que lleven a un pago de la leche por sólidos útiles y calidad higiénico – sanitaria.
– Impulsar un Proyecto para la institucionalización de la Cadena Lechera, a partir de la organización adecuada de sus eslabones e instancias permanentes de trabajo conjunto entre los mismos.

•Se han definido las medidas recientes como un «Puente» para ayudar a salir de la grave emergencia. Pero… ¿Qué hay «en concreto» del otro lado de ese puente? ¿Qué es lo que está viendo el Estado y nosotros, no? ¿Qué podemos esperar los tamberos, que nos ayude a entender mejor nuestro negocio, en perspectiva, y poder tomar las mejores decisiones?