El clima vuelve a jugar fuerte en mitad de la campaña agrícola
La campaña agrícola se enrareció. Por excesos de lluvias en muchas regiones y falta de agua en otras, el ciclo 2015/2016 ofrece un amplio abanico de situaciones, con lugares con cultivos en excelente estado, otros comprometidos por los anegamientos y algunos que sufren el estrés de la falta de precipitaciones. En fin, como viene siendo cada vez más marcado en los últimos años, el clima le mete presión a la definición de la cosecha, según consigna La Nación.
Aníbal Tripputi, técnico de Red Surcos en Rosario, recorre habitualmente el sur santafecino. Está sorprendido porque por ejemplo en la zona de Bombal en doce días llegaron acumularse 305 milímetros. Hubo productores que resembraron soja dos veces y desistieron de una tercera por un tema de fecha de siembra.
«Los lotes más afectados por el agua son los bajos y aquellos de escasa o nula pendiente. Las zonas más castigadas son Bombal, Miguel Torres y Bigand», contó.
Con lluvias acumuladas de entre 200 y 300 milímetros en una zona que va desde Firmat, Cañada del Ucle y Los Quirquinchos, en Santa Fe, y Corral de Bustos, Isla Verde y Monte Maíz, en Córdoba, para el técnico Agustín Merello la pérdida de área sembrada allí es de un 15% a un 20%, sobre todo en los bajos.
«El desarrollo de los cultivos es muy dificultoso, los lotes sembrados a fines de octubre recién ahora están buscando cerrar los surcos. De no haber un cambio en lo climático se estima una baja considerable con respecto al año pasado en los rindes de los cultivos», señaló.
«Para la zona de Bouquet, Montes de Oca y María Susana entre el domingo y el lunes pasados cayeron en promedio 200 mm, afectando seriamente la zona con cortes de ruta y campos anegados», agregó el técnico Guillermo Garabaglia.
En Córdoba, en el centro provincial las lluvias permitieron recomponer una situación de estrés hídrico por las altas temperaturas. En cambio, se registraron daños por piedra y viento al sudeste de Río Cuarto (Adelia María, Huanchillas y Vicuña Mackenna, por ejemplo) con una importante superficie que deberá resembrarse.
Hacia Justiniano Posse e Idiazábal aumenta la cantidad de hectáreas anegadas mientras se ven muchos sectores con sojas rebrotando luego de resiembras obligadas por tormentas de granizo durante el mes pasado.
Control complicado
Rossi llamó la atención en cambio sobre las complicaciones para los controles de malezas, que están muy demorados. «Una afectación importante es la situación de falta de piso o lluvias persistentes para el control de malezas. El tema del escape de malezas es lo peor que está pasando en algunas zonas con sojas sembradas más tardíamente», explicó.
Cristian Russo, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, detalló que mientras en el sur de Santa Fe se ven áreas perdidas para soja, el norte de Buenos Aires si bien afronta excesos localizados «necesita algo de lluvias». En tanto, remarcó que para el este de Córdoba, por ejemplo en la zona de Marcos Juárez, hay «serios problemas de anegamiento y resiembras demoradas».
Otras zonas de la región central del país no parecen estar en apuros.
En Chivilcoy, Suipacha, Mercedes, Chacabuco, en el centro norte bonaerense, la soja y el maíz se encuentran en un óptimo estado nutritivo y sanitario, según relevó Leonardo Zino. «En la zona de Trenque Lauquen e influencia las precipitaciones desde el 31 de diciembre contabilizaron unos 130 mm. Ayudaron a que cultivos de maíz y soja recobraran su buen estado fisiológico ya que venían algo estresados por la falta de precipitaciones», añadió el técnico.
Más al norte del país, en el Chaco la siembra de soja venía atrasada debido a la falta de lluvias. Hasta fines de diciembre pasado la superficie sembrada era de un 25 a 30 por ciento. No obstante, llegaron las precipitaciones y se apuró la siembra la que esta en un 80%.
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