La Rabia, una enfermedad que debe volver a ser prioritaria

El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos aires reflexiona sobre la realidad epidemiológica de la Rabia e insta a los profesionales veterinarios a comprometerse para hacerla visible nuevamente en la sociedad, desaparecer su nivel de riesgo e impulsar las acciones conjuntas para su erradicación en el país.

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Luego de asistir a la interesante y completa Jornada de Actualización en Rabia que se llevo a cabo días pasados en la FCV-UBA, nos parece importante reiterar nuestra visión de la enfermedad y su realidad epidemiológica, desde el punto de vista de la “profesión”, sobre todo, como decimos en la jerga: “desde la trinchera”.

Volver a oír los detalles de lo actuado durante los años de lucha contra la enfermedad activa y, a su vez, los adelantos de los últimos tiempos nos enfrentó con una sensación de blanco/negro. Triunfo por lo hecho en esos tiempos y fracaso por lo no hecho posteriormente. Es evidente el crecimiento del bagaje teórico con que contamos como también es impactante la falta de infraestructura y actividad de los organismos de vigilancia y control. A excepción de las excelentes tareas de investigación y crecimiento individual de los técnicos abocados a áreas específicas, sobresale la carencia absoluta de tareas conjuntas, estudios epidemiológicos y de riesgo, creación de barreras efectivas de transito, análisis del comportamiento de las poblaciones urbanas de animales y de la sociedad, planes de vacunación, etc.

Además, desde nuestra posición, debemos poner en claro la realidad de los veterinarios que hoy ejercen la actividad privada. Por supuesto que todavía existe una camada de profesionales que por su edad o por haber vivido aquella etapa, mantienen vigentes los criterios de responsabilidad al respecto. Pero son los menos. Los profesionales de menos de 40 años en general, no se han enfrentado con la Rabia y han sido bombardeados permanentemente con este criterio falso de país libre de Rabia y sin actividad viral ni riesgo; que los ha llevado a abandonar su tarea como agentes sanitarios y la responsabilidad social correspondiente. Semejante posicionamiento ha llegado en los casos extremos a la locura de desmerecer el uso de la vacunación anual en los perros y gatos. Ni hablar de los criterios homogéneos para las observaciones antirrábicas o del tratamiento lógico de las sospechas.

En realidad, lo único que tenemos es un país sin actividad del Virus Tipo 1 (Virus perros en lenguaje práctico). Todos los otros tipos virales esta vivitos y coleando a la vuelta de la esquina y el riesgo de exposición humana es alto. No tenemos población informada al respecto ni sistema sanitario en alerta. Tampoco conocemos a ciencia cierta nuestros stocks de vacunas y ni hablar de la cobertura vacunal de las poblaciones animales, tanto urbanas como rurales, susceptibles de rabiar. Es evidente que el panorama no es el mejor. Pero el camino iniciado con esta Jornada si:
1) ACTUALIZACION E INFORMACION
2) RETOMAR LAS ACCIONES CONJUNTAS.

Vemos con beneplácito que, a nivel mundial, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), entre otros organismos internacionales, vuelve a colocarla como enfermedad prioritaria y re-impulsa las luchas sanitarias para su control y erradicación de la misma a nivel mundial. Es inaceptable que al día de hoy, cuando aún se mantienen las estadísticas de casos humanos y los avances en el control sean mínimos, los VETERINARIOS estemos mirando para otro lado. Debemos comprometernos a apoyar con todos nuestros medios las tareas para que la Rabia sea nuevamente una enfermedad visible, hacer desaparecer su actual nivel de riesgo y si es posible impulsar fuertemente las acciones conjuntas para su erradicación del territorio nacional.

Fuente: CVPBA

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