Este año las inundaciones volvieron a generar problemas graves en regiones productivas del noroeste de la provincia de Buenos Aires. Buena parte de los recursos para evitar que eso suceda están en manos del gobierno nacional.

Pero las autoridades económicas se vienen “encanutando” la mayor parte de los recursos de un fondo destinado a financiar obras de infraestructura destinadas, precisamente, a solucionar problemas de inundaciones.

En el primer semestre de 2015 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (integrado a partir de una tasa que se aplica sobre la venta de nafta y GNC) originó recursos por 2856 millones de pesos. Pero en lo que va del presente año aún no se asignó ninguna partida del mismo para realizar obras hídricas.

En el año 2014 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (integrado a partir de una tasa que se aplica sobre la venta de nafta y GNC) originó recursos por 2741 millones de pesos. Pero apenas se asignaron partidas por casi 534 M/$ para realizar obras (de los cuales 520 M/$ se destinaron a la provincia de Buenos Aires).

La Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin), dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, informó que el año pasado se destinaron 28,3 M/$ a la construcción de un terraplén de defensa en la planta urbana de la ciudad de Navarro y 264,2 M/$ para desagües pluviales en el casco urbano de la ciudad de Gral. Rodríguez.

La empresa encargada de ambas obras es Ecodyma Empresa Constructora S.A., propiedad de la familia Scaramellini, la cual está siendo investigada por fiscal federal Carlos Rívolo por presuntas dádivas otorgadas al vicepresidente Amado Boudou.

La subutilización de los recursos del Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica no es una novedad: pero en el último año y medio el fenómeno se agravó porque, debido a la inflación, se optó por congelar la realización de nuevas obras para evitar que se licúen los recursos disponibles orientados a saldar obras en ejecución.