La hazaña del nadador de Pergamino que venció al Canal de la Mancha

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Hace 25 años, el 24 de agosto del 2000, el nadador de Pergamino Patricio D’Ottavio escribió una de las páginas más trascendentes del deporte argentino. Ese día, tras más de 12 horas de brazadas en aguas heladas, completó el cruce del Canal de la Mancha, uniendo Inglaterra con Francia.

El registro oficial marcó 12 horas, 17 minutos y 30 segundos, y con esa hazaña se convirtió en el octavo argentino en alcanzar la meta de Boulogne Sur Mer, sumando su nombre a la lista de los grandes de las aguas abiertas.

El cruce no fue un logro aislado. Formó parte de un camino que ya incluía el Río de la Plata (1997) y el Estrecho de Gibraltar (1998), y que con el Canal de la Mancha lo consagró como uno de los pocos en completar la llamada “triple corona” de las aguas abiertas.

Un Everest en el mar

Para los nadadores de aguas abiertas, el Canal de la Mancha es sinónimo de reto máximo. Las corrientes transversales, el agua a temperaturas promedio de 15°C y la inestabilidad climática hacen de este cruce un verdadero Everest deportivo. Aunque en línea recta el recorrido entre Dover (Inglaterra) y Cap Gris-Nez (Francia) es de 38 kilómetros, los nadadores suelen recorrer casi 50 debido al desvío que generan las mareas.

D’Ottavio lo sabe en carne propia: “A las ocho horas estaba a cinco kilómetros de la llegada, pero ese tramo final me llevó cuatro horas más”, recordó. En lugar de arribar al punto previsto, terminó en Boulogne Sur Mer, empujado por las corrientes.

La travesía comenzó a las 6:30 de la mañana, a bordo de la embarcación de apoyo Mary Mane, que lo escoltó durante toda la jornada. En el bote lo acompañaron su entrenador y referente mundial de aguas abiertas Claudio Plit, la nadadora María Inés Mato -quien también había cruzado el canal años antes- y el periodista Jorge “Coqui” Hannún.

Los preparativos del pergaminense a bordo de la embarcación “Mary Mane’ junto a su entrenador.

Los preparativos del pergaminense a bordo de la embarcación “Mary Mane’ junto a su entrenador.

La tensión previa fue enorme: durante días, el mal tiempo obligó a postergar la largada. “No podía volver a Argentina sin intentarlo”, confesó el nadador. Finalmente, el 24 de agosto recibió la luz verde y se lanzó a las aguas del Canal, decidido a no regresar sin haber dado batalla.

Entrenamiento extremo

Para afrontar semejante desafío, D’Ottavio se sometió a una preparación tanto física como mental. En Mar del Plata entrenó durante meses en aguas frías, además de realizar duchas con agua helada e inmersiones en bañeras con hielo. También ganó peso de forma estratégica para soportar las bajas temperaturas y trabajó intensamente el aspecto psicológico.

Estaba preparado para aguantar 24 horas en el agua, todo el tiempo que fuese necesario”, dijo años después, sintetizando el grado de compromiso que lo llevó a cumplir su sueño.

Una bandera en lo alto

Uno de los momentos más emotivos de la travesía se dio en el barco de apoyo, cuando el capitán inglés Duncan Taylor pidió la bandera argentina y la izó en la embarcación, algo inédito desde la Guerra de Malvinas. El gesto simbolizó el respeto hacia el esfuerzo del nadador argentino. Incluso, Taylor se comunicó con la Fragata ARA Libertad, que se encontraba en Boulogne Sur Mer, para anunciar que un compatriota estaba a punto de conquistar el Canal de la Mancha.

Al tocar la costa francesa, D’Ottavio rompió en emoción: “Me saqué el gorro y los antiparras, los revolee al aire, escuchaba la bocina del barco… fue increíble”.

Orgullo de Pergamino

La gesta de 2000 no fue un hecho aislado, sino parte de una carrera que lo llevó a disputar más de 40 maratones acuáticas internacionales entre 1995 y 2000, alcanzando el noveno puesto en el ranking mundial de aguas abiertas. En 2023, volvió a dar que hablar al quedarse con el tercer puesto en el Maratón Capri-Nápoles, una de las competencias más prestigiosas del planeta.

Ese recorrido, cargado de pasión, esfuerzo y logros, fue reconocido en su ciudad natal. El 12 de abril de 2024, la Municipalidad de Pergamino le otorgó la distinción de “Orgullo Pergaminense”, un homenaje que lo colocó en el corazón de su comunidad.

En 2024, Patricio D’Ottavio recibió la distinción de “Orgullo Pergaminense” de parte de la Municipalidad de Pergamino.

En 2024, Patricio D’Ottavio recibió la distinción de “Orgullo Pergaminense” de parte de la Municipalidad de Pergamino.

Un legado que inspira

Lejos de retirarse de la natación, D’Ottavio sigue ligado al deporte que lo marcó para siempre. Además de su rol como entrenador, transmite sus conocimientos a nuevas generaciones. El próximo 30 de agosto brindará una master class en Rosario, organizada por Rosario Aguas Abiertas bajo el lema “Potenciá tus habilidades en aguas abiertas”.

“A veces lo siento tan cercano, y otras como si hubiera sido hace una vida”, reflexiona sobre aquel cruce del Canal. Lo cierto es que su historia quedó grabada como una de las mayores gestas del deporte argentino.

Un cuarto de siglo después, la hazaña de Patricio D’Ottavio no solo se recuerda, sino que se celebra. Porque hay logros que trascienden el tiempo y las fronteras, y que siguen inspirando cada nueva brazada que se da en aguas abiertas.

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