Congreso Ganadero: “La ganadería está fuerte, pero ya no perdona errores”
El especialista en producción animal analizó el nuevo escenario macroeconómico y destacó la necesidad de intensificar el manejo en campos mixtos para sostener la rentabilidad.
En el marco del 12º Congreso Ganadero organizado por la Sociedad Rural de Rosario, cerrando la mañana de la primera jornada, el Ingeniero Agrónomo Sebastián Riffel, ofreció una disertación de alto contenido técnico y estratégico titulada “Claves para aumentar la producción de carne y la rentabilidad en campos mixtos”.
Con una mirada crítica y realista, Riffel abordó los cambios estructurales que atraviesa hoy la actividad ganadera y llamó a los productores a repensar sus esquemas de trabajo en función de un nuevo contexto: menos margen para el error y mayor exigencia en la gestión.
“La ganadería está fuerte, pero eso no significa que podamos relajarnos.
El contexto cambió, y ahora la eficiencia es obligatoria”, fue una de las frases que marcó el tono de su presentación. En un análisis que combinó la evolución histórica de los precios de la hacienda con el actual marco macroeconómico del país, Riffel explicó que hasta 2024 el negocio ganadero permitía cierto grado de ineficiencia, el aumento sostenido de los precios del novillo —que incluso superaba la inflación y al tipo de cambio oficial— alcanzaba para cubrir desajustes o decisiones poco acertadas. Pero esa etapa, según advirtió, llegó a su fin.
Con la eliminación de la brecha cambiaria, una inflación desacelerada y un tipo de cambio unificado, el país atraviesa una nueva etapa económica en la que la ganadería debe aggiornarse y producir “de verdad”. A eso se suma un dato no menor: los precios de la hacienda en dólares se encuentran en niveles históricamente altos. “En 2023 un ternero valía 2,23 dólares; en 2024 pasó a 2,40; hoy vale 3,52. No hay antecedentes de valores así. Ya no hay excusas para no ser eficientes”, remarcó.
En ese sentido, Riffel subrayó que este escenario favorable para la ganadería no se replica en el sector agrícola, donde la relación insumo-producto es más desfavorable. Como consecuencia, se cortó el flujo de inversión desde la agricultura hacia la ganadería, y muchos campos mixtos deben hoy sostenerse con su propia eficiencia interna. Esto, señaló, obliga a repensar el modelo productivo desde adentro.
Intensificar con inteligencia
El eje central de la propuesta de Riffel fue claro: la intensificación como estrategia para mejorar la producción y rentabilidad en campos mixtos. Pero no una intensificación entendida solo como mayor inversión o aumento de carga animal, sino como una optimización integral del sistema productivo, con más trabajo y mejor aprovechamiento de los recursos forrajeros.

Riffel en el Congreso Ganadero
“La intensificación no se trata solo de meter más animales o sembrar más pasturas. Se trata de producir más, con más precisión, con más control sobre cada variable del sistema”, explicó. Y advirtió que esa estrategia debe aplicarse con criterios diferenciados según se trate de campos propios o alquilados.
En modelos de cría en campos alquilados, Riffel fue tajante: los márgenes son negativos si no se ajustan todos los aspectos del manejo. “Si alguien piensa ganar plata haciendo cría en un campo alquilado, tiene que ajustarse bien el cinturón. Ya no hay nada que lo pueda
salvar si no hace las cosas muy bien”, advirtió. En estos casos, la rentabilidad ronda el 4%, y eso solo si el manejo es muy eficiente.
Por el contrario, en campos propios todos los modelos ganaderos pueden generar rentabilidad, aunque con márgenes modestos: entre el 4% y el 5% anual. “Es un negocio bueno, con precios buenos, pero que ya no perdona errores. El que no se adapta, se descapitaliza”, sostuvo.
El especialista presentó además cuatro modelos de intensificación para distintos sistemas ganaderos, analizando variables como el tipo de alimentación, el manejo del rodeo, la eficiencia del uso del forraje y el impacto de cada etapa productiva en el resultado final.
Una oportunidad que no se puede desaprovechar hacia el cierre, Riffel insistió en que el actual contexto económico ofrece una ventana de
oportunidad única para el sector ganadero argentino, pero solo si se logra avanzar hacia modelos de mayor precisión, eficiencia y profesionalismo.
“Hoy tenemos un marco inmejorable: libre comercio, precios altos en dólares, condiciones claras. No podemos seguir haciendo las cosas como antes”, dijo. Y concluyó con un mensaje desafiante pero esperanzador: “Es tiempo de producir mejor, no más. La rentabilidad no va a venir sola. Hay que salir a buscarla, campo por campo, decisión por decisión”
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