Un trabajo elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral (CEAg) permitió trazar la hoja de ruta de la producción argentina, establecer cómo es el perfil del productor argentino y visualizar cuales son sus expectativas.

La casa de estudios presentó los resultados de la cuarta edición de su Encuesta sobre las Necesidades del Productor Agropecuario Argentino. El informe es una radiografía en la que se pueden ver los detalles sobre el comportamiento del agricultor y analizar cuales son sus hábitos, cómo se financian y que esperan en el corto y mediano plazo.

Uno de los puntos centrales del trabajo es el rol de la tecnología. El campo apuesta a un nuevo modelo de negocios, a partir de la  obtención, administración y el uso de los datos. El 73% de los productores tienen maquinaria que recoge datos y el 70% los usa para la toma de decisiones. En relación a la encuesta anterior, esto representa un crecimiento del 20%.

El universo de la encuesta cubre unos 880 productores, que en una superficie de 1 millón de hectáreas se dedican a la agricultura y la ganadería. Con este fin, se estableció una escala, que abarcaba desde medianos (hasta 600 hectáreas) hasta los de mayor escala, con 10.000 hectáreas.

Un primer zoom permitió determinar que el 90% son hombres, el 48,8% tiene un nivel de educación de grado universitario completo y, en promedio, tienen una edad de 44 años.

Para los próximos cinco años, un 41% estima incrementar su superficie en explotación y otro 55% mantendrá las mismas dimensiones que durante la campaña 2020/21. Solo un 4% reconoció que disminuirá su superficie operada.

“Cuando analizamos las respuestas de los productores que están en el rango de edad de 18 a 25 años, es decir los más jóvenes de la muestra, obtenemos que ningún productor en este rango estima disminuir superficie de sus explotaciones, siendo el 65% de ese grupo los dispuestos a crecer”, detalló Bernardo Piazzardi, profesor e investigador de la Universidad Austral.

Al ser consultados sobre si las nuevas tecnologías digitales modificarán su manera de hacer negocios, la respuesta fue contundente: un 83% respondió que sí. “Y cuanto más grande es el productor, más tiende a estar de acuerdo con esta afirmación”, destacaron desde la universidad.

Acorde con esta tendencia, la maquinaria que utilizan está equipada con componentes de agricultura de precisión, que les permite relevar variables como rendimiento, humedad, superficie, densidad y pérdida de cosecha. Entre los productores medianos, este valor es del 66% y es más visible en aquellos que trabajan a gran escala.

Un 70% de los encuestados afirmaron que usan tecnología para la toma de decisiones en el lote. “Estos datos resultan un incremento significativo respecto de los resultados de la encuesta realizada el año 2017, donde solamente un 51% de los productores respondieron que los utilizaban”, estimaron.

Con respecto a la compras virtuales de bienes y servicios, un 70% de los productores admitieron que no adquirieron aún insumos agropecuarios de manera online. Solo un 8,5% de los productores adquiere regularmente insumos por esta vía, especialmente los productores de 35 a 54 años.

Silvia Novaira, profesora del CEAg, puso en cifras los métodos que los agricultores eligen para financiarse. “El 29,3% de los productores considera a los bancos como principal fuente de financiamiento, pero el 31,1% aún prioriza financiarse con recursos propios”, señaló.

En este punto, explicó que las tarjetas rurales son las herramientas más elegidas dentro de la financiación bancaria, con una adopción que entre los encuestados llegó al 33,4%.

“Desde la última encuesta, se ha elevado del 22% al 34,2% los productores que financian más del 50% de la inversión en equipamiento con proveedores”, estimó.