Con mensajes a la disputa interna que mantiene con Alberto Fernández y críticas a la gestión, la vicepresidenta fue la oradora principal del plenario de la CTA, desde donde disparó contra varios frentes.
Uno de sus mensajes pareció dirigido al flamante ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, ya que recordó que desde esa cartera se autorizan las importaciones.
Emisión monetaria y crisis.
También se hizo tiempo para opinar sobre el funcionamiento del Banco Central, al aludir a la crisis económica del 2008.
Dijo que en esa época en que era presidenta «en Olivos o en la Casa Rosada parecía una mercachifle, vendiendo heladeras, bicicletas, porque necesitaba que nuestra economía no se cayera, que fue generada por el mercado y que sigue sin superarse».
«La segunda crisis viene en 2009, la H1N1, cuando Juan Manzur vino como ministro de Salud y se fue la que estaba, que Dios mío…», dijo Cristina, en alusión a la ex ministra y actual diputada de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña.
Reconoció que «una vez más la inflación parece haberse disparado. Los mismos que van a los canales de televisión a decir que el Estado es lo único malo y el sector privado es todo benevolencia. Dicen que a la inflación la genera el déficit fiscal. De la emisión no voy a hablar».
Y mostró un ranking de los países del G-20 sobre déficit fiscal primario, donde la Argentina figura en el escalón 13.
«El mayor deficit fiscal lo tiene Estados Unidos, y no es de ahora», señaló.
«¿Pero Cristina, cómo puede ser si Estados Unidos es el país con más déficit primario, final y comercial? Ah, bueno, pero tiene la maquinita que imprime los dólares. Y para ayudarlo tiene unos cuantos portaviones», sostuvo.
Concluyó que «entonces, el déficit, que es un término económico y no matemático, no necesariamente es el causante de los desmadres económicos y de la súper inflación.
Habló también de las ganancias de las empresas y dijo que una alimenticia entre 2019 y 2021 ganó 412 por ciento. Otra de insumos difundidos, entre 2019 y 2021, fue de más de 200%».
Se quejó también de que «ahora viene la tercera gran excusa que escuchamos en los medios de comunicación: impuestos y la presión tributaria. Francia y Dinamarca deben encabezar la presión fiscal, pero la Argentina está lejísimos. Pero en materia de evasión fiscal, la Argentina es el tercer país que más evade. El primero es Guyana y Chad. El segundo está ocupado por Malta. Y el tercer país evasor en el mundo, la Argentina, junto a Comoras, Zambia, Pakistán y no me acuerdo qué país más».
«Y tenemos otro podio: también somos terceros en los países en formar activos en el exterior», se quejó.
Dijo que el gran problema del país es la «escasez de dólares y la economía bimonetaria. La Argentina produce dólares, pero se evaden».
«¿Quiénes han aparecido también en el mundo de las importaciones?», se preguntó. Para responderse: «Los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1.847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos. Más de 6.500 expedientes judiciales con amparos».
«Donde hay una necesidad de dólares, allí habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores. ¿Vieron? Si las necesidades son del pueblo, no hay derecho, ni Justicia. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores, lo que haya«, disparó.
«Tengo expectativas en que Daniel Scioli y el funcionario que han puesto en Aduanas (Guillermo Michel) puedan reencauzar las cosas. Y que nadie se preocupe: la unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión», sostuvo.