Después de días de profunda incertidumbre y dolor, debido a la serie de complicaciones que se fueron sucediendo con la salud de nuestro querido Alberto Vadillo, todos los integrantes de su familia queremos expresar la inmensa gratitud y el sentimiento de profunda emoción por el profesionalismo, las atenciones recibidas y las innumerables muestras de cariño que recibimos a cada paso.
Afortunadamente, a partir de este viernes 7 de mayo, “el Toro” volvió a su casa para iniciar una nueva vida. Que esté con nosotros, rodeado de sus afectos, no es poco después de todo lo que atravesó y todo lo que temimos que ocurriera.

A partir del lunes 26 de abril, apenas un día antes de su cumpleaños, todo en nuestro mundo pareció paralizarse cuando una consulta médica derivó en una internación inmediata, seguida de un procedimiento quirúrgico en Junín y, posteriormente, una operación en 9 de Julio, ésta con un grado de altísimo riesgo.

Desde ese 26 de abril hasta hoy –y seguramente lo seguirá siendo en el futuro- cada integrante de la familia Vadillo pudo observar y sentir, en cada rincón de la Clínica Independencia, el profesionalismo con que se abordó cada situación y cada obstáculo, al mismo tiempo que se hizo evidente el trato afectuoso y considerado hacia Alberto y la generosa contención hacia todos los familiares del querido “Toro”.

Por ello, sentimos una imperiosa necesidad de poner en palabras el grandísimo agradecimiento hacia todo el personal de la Clínica Independencia, tanto en lo profesional como en lo humano. En esa gratitud no sólo están contemplados los médicos que salvaron la vida de Alberto, sino cada integrante de la institución: médicos, enfermeros, mucamas, recepcionistas y personal administrativo, entre otros.

Los médicos Juan Carlos Sendoya, César Pesciallo, Javier Leunda e Ignacio Lizarralde fueron, quizás, las caras más visibles y los profesionales que, con su sabiduría y conocimientos, permitieron que Alberto pudiera salir de la difícil encrucijada en la que se encontraba. No obstante, cada persona que lo atendió, curó o le brindó asistencia también fue determinante para que hoy disfrutemos de él.

Asimismo, queremos reconocer a Clysa y al PAMI por la celeridad con la que gestionaron y resolvieron situaciones que de otra manera hubieran sido burocráticas o inclusive traumáticas.
En definitiva, éstas son apenas algunas líneas que hoy podemos expresar. Seguramente, desde los sentimientos no nos van a alcanzar las palabras para agradecer y abrazar, al menos a la distancia, a cada una de las personas que hizo posible que Alberto esté con su familia.

❤️ Familia de Alberto “el Toro” Vadillo