Todos juntos, separados
Grupos ganaderos en contexto de pandemia
La cuenca del Salado bonaerense es un reservorio de la ganadería nacional. Sus campos tienen el potencial para el aumento de la carga y la producción de carne en el país. Para cumplir estos objetivos, los productores ganaderos en los últimos años han comenzado a incorporar nuevas tecnologías y modos de manejo, para optimizar los resultados y superar momentos de adversidad climática.
El trabajo tranqueras adentro se fortalece con la participación de los productores en grupos consolidados en el marco del Programa Federal de Reconversión Productiva para la Pequeña y Mediana Empresa Agropecuaria, conocido bajo el nombre de Cambio Rural, una metodología que fomenta el intercambio de conocimientos para la mejora productiva y también del sistema, integrándolo en lo social, económico y ambiental de un modo sustentable.”
En cuanto los resultados los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA comentan que “los procesos grupales son positivos si son dinámicos, constantes y continuos en el tiempo, y se logran con la instalación del diálogo, compartiendo información y experiencias”. Queda expuesto que “estos procesos permiten realizar articulaciones con diversidad de Instituciones y con otros productores, al tiempo que “funcionan como aceleradores de procesos para quienes ingresan a grupos ya constituidos”.
De manera periódica se realizan reuniones en los campos de los productores, tal como lo establece la metodología de los Grupos Cambio Rural, sin embargo esta dinámica “se ha visto alterada por el contexto de emergencia sanitaria en relación a la pandemia de coronavirus que fijó el aislamiento social, preventivo y obligatorio”, comentan los profesionales de la Agencia de Extensión Rural Saladillo, perteneciente a la Experimental Cuenca del Salado del INTA.
En este contexto, si bien la actividad agrícola ganadera está exceptuada por tratarse de una actividad vinculada con la producción, distribución y comercialización agropecuaria, se ha reorganizado la dinámica de funcionamiento de los grupos, haciendo foco en el cuidado de la salud de los productores.
Las pautas de trabajo proponen evitar el contacto con otros productores, proveedores o profesionales, por lo que se ha incrementado el uso de medios virtuales y telefónicos para el intercambio de información. “De ese modo se mantiene un seguimiento de los diferentes índices productivos en cada campo mediante una red de contactos, al tiempo que se optimizan las medidas para proteger a los trabajadores rurales”, aseguran los profesionales del INTA.
Cuidados generales:
Mantener un sistema productivo que demanda atención permanente, obliga a los productores a asistir periódicamente a sus campos. Por tal motivo los profesionales del INTA sugieren “no salir de su casa si se es mayor de 60 años o padece afecciones preexistentes (inmunosupresión, enfermedad cardiovascular, diabetes y enfermedad respiratoria crónica, entre otras), delegando las actividades a personas que no estén en esa situación”.
Asimismo resulta fundamental evitar el contacto con los propietarios/empleados del establecimiento, y si el contacto es inevitable, mantener una distancia mínima de 1,5 metros durante el encuentro, tomando las medidas de prevención antes y después del contacto. Además se deben lavar las manos con agua y jabón regularmente, y caso de toser o estornudar hacerlo en el pliegue del codo, ventilando los ambientes (inclusive el vehículo), y sin llevarse las manos a los ojos, la nariz ni la boca.
Para el lavado se puede usar agua y jabón, alcohol al 70%, o agua lavandina al 10%. Asimismo no se deben compartir los utensilios de uso personal y en lo posible se debe disponer de vestimenta exclusiva para ir al campo.
Al regresar al hogar es fundamental bañarse de inmediato, higienizando muy bien brazos, cara y cuello.
AER INTA Saladillo
Tel. 02344 453719/Med. Vet. Sergio Weiss
weiss.sergio@inta.gob.ar
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