Resultados alarmantes: solo el 14,2% de los estudiantes aprobó Matemática en la Prueba Aprender 2024

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El Ministerio de Capital Humano difundió los resultados de la Prueba Aprender 2024, una evaluación nacional que arrojó datos preocupantes, en el que muestra como apenas el 14,2% de los estudiantes de 5º y 6º año de secundaria logró un nivel satisfactorio en Matemática. En contraste, el 58% alcanzó este desempeño en Lengua y la brecha entre ambas disciplinas pone en evidencia un problema estructural en la enseñanza y el aprendizaje de la Matemática en Argentina.

Esta prueba se realizó el 24 de octubre de 2024 con la participación de 379.050 estudiantes de todo el país y alcanzó una cobertura de 96,6% de escuelas. La evaluación mostró que más de la mitad de los estudiantes (54,6%) está por debajo del nivel básico en Matemática, mientras que un 31,2% se ubicó en el nivel básico, dejando a una porción mínima en los niveles más altos.

En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Carlos Torrendell, Secretario de Educación nacional, mencionó: “Veníamos desde fines del año pasado desarrollando internamente un trabajo en torno de la mejora de la enseñanza de la matemática. Este año nuestra idea es poder avanzar justamente para fortalecer lo que se ve claramente débil en estas evaluaciones”.

Asimismo, Torrendell insistió en que el problema debe abordarse desde una perspectiva integral: “La matemática es una lengua, como lo es el idioma. Tiene un nivel de abstracción mayor y su enseñanza requiere una formación sólida, tanto en los estudiantes como en los docentes”.

Además, se detectó que desde la Prueba Aprender 2022 no hay estudiantes en el nivel avanzado de Matemática. Esta ausencia refleja, según el equipo técnico, un deterioro progresivo desde el operativo ONE 2013, sin que las políticas implementadas hasta el momento hayan logrado revertir la tendencia.

Evaluación como herramienta para la mejora

Torrendell subrayó que “la evaluación por sí sola no mejora nada. De la misma manera que un chequeo médico no sirve si no se actúa sobre los resultados, las pruebas educativas deben traducirse en planes de mejora concretos en cada escuela”.

Según explicó, uno de los aspectos más valiosos del nuevo enfoque de Aprender es que cada institución contará con sus propios datos desagregados, lo que permite diseñar estrategias específicas.

Desde la Subsecretaría de Información y Evaluación Educativa, María Cortelezzi remarcó que Aprender es parte de una política nacional de evaluación con más de 30 años de historia, y que su continuidad garantiza una perspectiva evolutiva de los aprendizajes. “Hoy lo que vamos a poder ver es la evolución de los resultados incluyendo también el ONE 2013 hasta la actualidad”, afirmó.

Factores asociados: nivel socioeconómico, trayectorias escolares y hábitos de estudio

Uno de los hallazgos más destacados del informe es la fuerte correlación entre el desempeño académico y factores estructurales como el nivel socioeconómico, la trayectoria escolar y los hábitos de estudio.

Florencia Sourrouille, de la Dirección Nacional de Análisis Estratégico de Datos, explicó que “el nivel inicial es fundamental para todos, pero hay que preguntarse cuánto influye también la calidad de la oferta en los quintiles más bajos”.

Los estudiantes con trayectoria escolar sin repitencias y sin sobreedad mostraron mejores resultados, así como aquellos que estudiaron más de cinco horas semanales antes de la prueba.

Sin embargo, el informe deja claro que los alumnos de niveles socioeconómicos bajos, incluso con buenos hábitos de estudio, no logran equiparar los resultados de los sectores más favorecidos.

Crece la participación, mejora el compromiso estudiantil

Pese a los resultados, la evaluación registró una participación récord como el 70,2% de los estudiantes habilitados realizaron la prueba, y solo el 2,9% estuvo presente pero no participó activamente. Esto representa una mejora respecto del 9% que se registraba en 2016. También disminuyó al 1,5% la cantidad de respuestas consideradas “aberrantes”, es decir, aquellas que indican falta total de implicación en la prueba.

Tecnología, alfabetización e inteligencia artificial: los tres pilares

Torrendell adelantó que la política educativa nacional se apoya en tres ejes, alfabetización, enseñanza de la matemática e incorporación de inteligencia artificial (IA). “La IA nos permite mejorar el análisis de información desde el aula hasta la toma de decisiones macro. Pero también debe utilizarse con una base humanista, como una herramienta pedagógica más”, dijo el secretario.

El informe también revela una autonomía creciente en el uso de tecnologías por parte de los adolescentes, aunque con riesgos. Un 20% de los estudiantes declaró participar en apuestas en línea (30% entre varones), y muchos no regulan adecuadamente los tiempos de uso ni tienen supervisión adulta.

“La educación digital también debe ser parte del enfoque integral. No se trata solo de acceso, sino de formación en el uso responsable”agregó Magdalena Benvenuto, de la Dirección Nacional de Evaluación de los Aprendizajes.

En términos de participación, todas las provincias superaron el 90% de escuelas involucradas, salvo Neuquén, que tuvo solo un 62%. La matrícula en los últimos años del secundario creció en más de 100.000 estudiantes entre 2016 y 2024, lo que refleja una mejora en la retención escolar.

Los resultados de Aprender 2024 vuelven a poner en el centro del debate la necesidad de reformar el modelo de educación secundaria en Argentina.

“El problema no es solo de contenidos, sino también de estructura. El modelo tradicional, con clases presenciales fragmentadas en muchas materias y sin espacios de estudio autónomo, deja afuera a los estudiantes que no tienen condiciones en sus hogares para aprender”, concluyó Torrendell.

Por último, el informe destaca que con información precisa, políticas activas y compromiso docente es posible revertir la tendencia.

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