Qué es la “estanflación” que anunció Milei y cuándo se dio en Argentina
La “estanflación”, concepto que se hizo viral luego de que hoy fuese utilizado por el presidente Javier Mieli para explicar cómo será la economía argentina de los próximos meses, es la unión de los términos estancamiento del crecimiento e inflación y se usa para describir los períodos en que ambos fenómenos se dan en simultáneo.
El término surgió casi por casualidad, en medio de una exposición del ministro de Finanzas británico Ian MacLeod en la Cámara de los Comunes, el 17 de noviembre de 1965.
“Tenemos lo peor de ambos mundos: no sólo inflación por un lado o estancamiento por el otro, sino ambos juntos. Tenemos una especie de ‘estanflación’. Y, en términos modernos, se está haciendo historia”, dijo entonces, aunque las estadísticas parecieran no darle la razón: en 1965, la economía británica creció 2,6% y la inflación fue de 4,77%.
Más allá de una apreciación que en 2023 resultaría exagerada, el término improvisado por Macleod fue tomado por los economistas para referirse a una situación que comenzaba a hacerse común en un mundo, en el que la inflación se aceleraba y que una década más tarde tomó mayor impulso con la crisis del petróleo.
En la Argentina, el primer año de estanflación nítida fue 1976, en el inicio de la dictadura de Jorge Rafael Videla, con un PBI que cayó 2% en medio de una inflación de más del 400%, aunque podría tomarse el antecedente de la segunda mitad del año anterior, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón, con la aplicación de lo que posteriormente se conoció como “rodrigazo” (por Celestino Rodrigo, ministro de Economía del 2 de junio al 17 de julio de ese año).
Las cifras de 1975 muestran una inflación del 182% y un PBI que no tuvo variación respecto del precedente, aunque con una caída en los últimos dos trimestres.
La combinación de inflación y estancamiento económico volvió a registrarse en 1978, 1981 y 1982, y ,arcó el piso desde el que se iniciaron los gobiernos democráticos que se sucedieron a la dictadura partir de 1983.
El Plan Austral de 1985 procuró poner fin a la continuidad del tándem, aunque no pudo evitar que ese año la inflación se ubicara en un 385% y la economía registrara un descenso del 7%.
El presidente Raúl Alfonsín y su ministro Juan Sourrouille debieron esperar al año siguiente para mostrar estadísticas mejores, en un alivio parcial que quedó trunco en 1988 (-2% de evolución del PBI y 387,7% de inflación) y se expresó con virulencia al año siguiente, con una hiperinflación de cuatro dígitos con una economía que tuvo una caída del 7%, performance que, con menor intensidad, se repitió en 1990, ya con Carlos Menem en la Casa Rosada.
El dúo hizo su regreso en 2002, con el peor registro en lo que se refiere a la evolución del PBI (-10,9%) y una inflación del 40,9%, concentrada en los primeros meses del año.
Desde entonces, la coexistencia de las dos variables volvió a darse en 2009, 2012, 2014, 2016, 2018, 2019 y 2020, de lo que se desprende que la estanflación estuvo presente en la Argentina en por lo menos 16 de los últimos 48 años.
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