Porque la carne de pollo gana terreno en la mesa de los argentinos

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Como consumidores, es importante conocer las principales características de los alimentos que incorporamos, por eso, el Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo detalla los puntos más sobresalientes de este producto.

  • Es de alta densidad nutricional: con la ingesta de una porción de carne de pollo, se incorporan proteínas de excelente calidad, escasa cantidad de grasas cuando se come sin piel y múltiples vitaminas del complejo B y minerales como fósforo, potasio, zinc, selenio y hierro hemínico.
  • El aporte de sodio es muy bajo: una porción de 150 gr aporta menos del 5% de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Es una carne blanca de fácil masticación y digestibilidad: debido al menor contenido de tejido conectivo y su escaso aporte de grasas, se mastica fácilmente y es de rápida digestión.
  • Puede ser incorporada en todas las etapas de la vida y no tiene restricciones culturales ni religiosas para su consumo.
  • La versatilidad, el rendimiento y la accesibilidad son sus características más apreciadas: la carne de pollo permite, gracias a su sabor suave, múltiples preparaciones.
  • Es un alimento confiable desde su origen, producido bajo estrictas normas de calidad con garantía de seguridad. La industria avícola trabaja diariamente para lograr cada vez más mejoras en calidad y máxima seguridad en los alimentos distribuidos.

En este sentido, cabe destacar que la industria avícola argentina tiene como objetivo ser cada día más sustentable. El sector nucleado en CEPA, realizó con el INTI un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para conocer el desempeño de la carne de pollo en materia ambiental mediante los indicadores de huella de agua por escasez y huella de carbono. Los resultados del trabajo indicaron que los valores obtenidos son inferiores a los informados por el resto de los países productores. 

Por otra parte, CINCAP menciona algunas recomendaciones para el consumo adecuado de la carne de pollo:

  • La temperatura segura de cocción es a partir de 74ºC en el centro de la pieza. En caso de no contar con un termómetro para alimentos, se puede saber que está bien cocida cuando su color sea blanco uniforme y sus jugos transparentes.
  • El proceso de descongelado debe hacerse en heladera. En el caso de cortes pequeños pueden cocinarse directamente, sin descongelado previo.
  • La conservación de la carne de pollo fresca en la heladera es hasta la fecha de vencimiento indicada en el envase. Si la carne fresca se congela, la duración del pollo entero será de hasta 12 meses y trozado hasta 9 meses.

 

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