Patricia Bullrich destituyó a su segundo en Seguridad por sospecha de corrupción

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En una sorprendente medida, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció este sábado la destitución de su segundo al mando, Vicente Ventura Barreiro. La decisión la tomó, según ella misma expresó, debido a que Barreiro habría intentado interferir en un proceso licitatorio de servicios de alimentación para el Servicio Penitenciario Federal (SPF). Pero hay dudas sobre las verdaderas causas.

«Le acabo de pedir la renuncia al secretario de Seguridad, Vicente Ventura Barreiro, por haber intentado interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario Federal», manifestó Bullrich a través de sus redes sociales, haciendo pública una decisión que sacudió a la esfera política.

DENUNCIA ANTE OFICINA ANTICORRUPCIÓN

La ministra no se limitó a pedir la renuncia de Barreiro, sino que también presentó una denuncia formal ante la Oficina Anticorrupción, organismo encabezado por Alejandro Melik. «También hice la correspondiente denuncia a la Oficina Anticorrupción para que tome intervención», añadió Bullrich, en un gesto que buscó subrayar la gravedad de las acusaciones.

Bullrich destacó que la licitación en cuestión es un proceso inédito, ya que rompe con un monopolio de muchos años, permitiendo la participación de más de 300 empresas. Anteriormente, «solo un grupo reducido de 15 compañías competía en estos procesos», aseguró.

La decisión de abrir la competencia a un número mayor de oferentes es presentada ante la opinión pública como un «intento de transparentar y democratizar el acceso a estos contratos».

Bullrich y barreiro

LA TRAYECTORIA BONAERENSE DE BARREIRO

Vicente Ventura Barreiro no es un desconocido en el ámbito político. Antes de su rol como secretario de Seguridad en la gestión de Bullrich, desempeñó funciones clave en el gobierno de María Eugenia Vidal, exgobernadora de la provincia de Buenos Aires y actual diputada nacional.

Durante su tiempo con Vidal, Barreiro fue subsecretario de Planificación, Gestión y Evaluación en el Ministerio de Seguridad bonaerense, trabajando de cerca con Cristian Ritondo, un hecho no menor en el presente de la interna del PRO.

Porque además, Barreiro tuvo un papel activo en la campaña de Ritondo para la gobernación de Buenos Aires, aunque posteriormente, el actual legislador declinó su candidatura para unirse al equipo de Bullrich en el Ministerio de Seguridad.

REPERCUSIONES INTERNAS EN EL PRO

La destitución de Barreiro está generando una ola de reacciones dentro del PRO, partido al que ambos funcionarios están afiliados.

Ezequiel Spillman, un periodista cercano al partido creado por Mauricio Macri, comentó en redes sociales: «DINAMITADO EL PRO: el martes se eligen nuevas autoridades a nivel provincial. Y la ministra Bullrich acaba de echar a la mano derecha de Cristian Ritondo, alineado 100% con Mauricio Macri en el partido. La movida incluye a la OA, un hecho inédito para el partido».

Esta acción es interpretada como una maniobra política. «Los rivales internos de Bullrich sospechan que buscó una excusa para desprenderse de su número dos después de que estallara el conflicto en Buenos Aires por el control del PRO. Macri apoyó a Ritondo, jefe político de Ventura Barreiro», señalaron fuentes partidarias.

IMPLICANCIAS PARA LA POLÍTICA BONAERENSE

Para los observadores de la política de la provincia de Buenos Aires, el episodio cobra especial relevancia.

Barreiro, con su estrecha conexión con Vidal y Ritondo, era una figura clave en el entramado político del PRO bonaerense. Su caída en desgracia podría tener repercusiones en las dinámicas de poder dentro del espacio en la provincia, especialmente en un contexto donde se avecinan elecciones internas.

La decisión de Bullrich de destituir y denunciar a Barreiro ante la Oficina Anticorrupción marca un punto de inflexión no solo en su gestión ministerial, sino también en las relaciones internas del partido. Este episodio muestra a las claras las tensiones latentes y la lucha por el control dentro del PRO, mientras la política bonaerense sigue siendo un campo de batalla crucial para las aspiraciones nacionales del partido.

 

 

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