El reciente incremento de 9% en el valor de los combustibles representará un gasto adicional de $10.405 millones para la producción granaria, de acuerdo a estimaciones privadas. Con un consumo estimado de 2.088 millones de litros de gasoil, los productores ya finalizaron la siembra, pero aún restan las tareas de cosecha y transporte de granos gruesos. Las entidades que nuclean a los contratistas rurales señalaron a este medio que si bien el gasoil representa en promedio cerca del 15% de sus costos, el impacto será mayor si no logran cobrar el 100% de los precios de las tarifas publicadas para esta campaña.

Medida en dólares, la suba en los surtidores representa cerca de USD103 millones adicionales que las cadenas agroindustriales tendrán que desembolsar. Además de los efectos de la falta de lluvias, que se reflejarán en una caída del volumen de cosecha en cereales y oleaginosas, se sumará este nuevo incremento de costos. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que este escenario limitará los márgenes rentables, en un contexto productivo desfavorable para muchos emprendimientos agropecuarios.

De acuerdo a la entidad, el área sembrada de la campaña 2021/22 superará las 38 millones de hectáreas, situación que generó un mayor consumo de combustibles. De esa superficie, 27,6 millones corresponden a cultivos de gruesa y las 10,4 millones restantes a granos finos. Hasta el momento y según datos del Ministerio de Agricultura, solo se avanzó en la cosecha de girasol, que se encuentra en el 20% del total sembrado.