Necochea: un estudiante de 14 años llevó un arma al colegio, a pocas horas del caso de Mendoza

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A pocas horas de que una adolescente se atrincherara con un arma en una escuela del departamento de La Paz, Mendoza, un estudiante de la misma edad asistió este viernes con una pistola de aire comprimido a un establecimiento educativo en la ciudad bonaerense de Necochea.

El episodio ocurrió en la Escuela de Educación Secundaria N°.7 (excomercial), ubicada en avenida 58 entre 55 y 57 de la mencionada localidad costera, informó Ecos Diarios. Según trascendió, antes de que se desarrollara alguna situación de tensión, hubo un llamado al 911 y se puso en marcha el protocolo de seguridad.

En tanto, intervino personal policial, tal como indica el procedimiento para estos episodios. Los efectivos fueron recibidos por la vicedirectora del establecimiento, quien explicó que un alumno de 14 años había concurrido con una pistola de aire comprimido calibre 4,5 mm, sin municiones, la cual había sido retenida en la dirección.

Tras la llegada de la madre del adolescente, ambos fueron trasladados a la comisaría primera para el cumplimiento de los recaudos legales correspondientes. La pistola fue secuestrada y puesta a disposición de la UFIJ N°.4 de Necochea.

El caso se da a dos días de que una alumna se atrincherara con una pistola en una escuela de Mendoza y efectuara varios disparos para aterrorizar a sus compañeros. La adolescente estuvo varias horas dentro del establecimiento hasta que pudo ser disuadida.

Este tipo de situaciones suelen sacudir a las escuelas en forma inesperada, como emergente de la violencia que prevalece como modo reiterado de establecer vínculos entre los alumnos. Más allá de la asistencia con armas de fuego o armas blancas, que en la mayoría de los casos son tomadas del entorno familiar con intención de amedrentar y aterrorizar a compañeros, la dificultad de resolver conflictos entre pares se presenta ante autoridades escolares, preceptores y docentes a través de escenas de furia descontrolada, insultos, roces, golpizas a la salida o en los recreos, bullying y ciberacoso.

Dentro de esta lógica, que de ninguna manera hay que naturalizar, este año varios episodios en los que adolescentes asistieron con armas a la escuela encendieron alarmas en establecimientos de distintas ciudades bonaerenses, sobre todo en el inicio del ciclo lectivo. Dos casos de tiroteos planificados por WhatsApp se dieron en el partido de Escobar en abril, se replicaron episodios en la ciudad de Mar del Plata y en localidades de La Plata y el Conurbano.

En tanto, la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires (DGCyE) difundió en abril de este año una carta abierta a la comunidad educativa bonaerense, en la que reflexionó sobre los “hechos de violencia social” que trascendieron, que tuvieron a “adolescentes y niños como protagonistas” y “las escuelas como escenario”.

La cartera educativa provincial a cargo de Alberto Sileoni, aseguró que “el sistema educativo no es indiferente ante estos sucesos” y propuso una “pausa” para analizar las problemáticas que actualmente atraviesan a la sociedad, las familias y la construcción de lazos en las infancias y juventudes.

En esa línea, la carta destacó “el valor y potencia” del rol del Estado para mantener los consensos de convivencia social y reafirmó “la confianza en las personas” que se desempeñan en el sistema educativo, ya que, en gran cantidad de casos, son las que advierten los emergentes de problemáticas profundas que transitan los estudiantes, relacionadas a sus vínculos familiares o con sus pares.

 

“La escuela no es una institución neutral con relación a las situaciones de agresión, violencia y desvínculo que hoy afectan a muchos de nuestros niñas, niños, jóvenes, docentes, trabajadores auxiliares y familias. Reafirmamos su compromiso en la tarea de escuchar y poner palabras allí donde hay desconfianza y agresión entre pares o con cualquier miembro de la comunidad educativa”, indicó el escrito. (DIB)

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