La ractopamina y la competencia desleal en el mercado porcino
La ractopamina es un anabólico que favorece la productividad en el último tramo del engorde al mejorar la conversión del alimento en carne. Argentina prohíbe su uso a los productores de cerdos, sin embargo, importa carne con ese fármaco.
Para poner a la luz los pro y contra del uso de ractopamina y el impacto que tiene en el mercado internacional, la agencia de noticias Agrofy consultó a dos técnicos de INTA que trabajan en el sector porcino.
El dilema sobre la aplicación del fármaco surge a fines del 2017, porque Rusia prohibió el ingreso de carne porcina y bovina brasileña, dado que identificó la presencia de ractopamina en la carne exportada de dicho país. En este contexto, cabe aclarar que en Argentina también está prohibido el uso de ractopamina y sin embargo, también ingresa carne de cerdo de Brasil.
“Hay una situación de desventaja comparativa generada por nosotros mismos. Está bastante dividido el mundo de la producción de cerdo en cuanto al uso de ractopamina, hay muchos países que lo permiten y otros que no”, opinó Ariel Cogo, médico veterinario de INTA Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), quien trabaja con pequeños y medianos productores. Actualmente se aplica en Brasil y Estados Unidos, entre otros países.
¿Qué es y para qué sirve?
Desde el punto de vista técnico, Javier Cappuccio, Doctor en Ciencias Veterinarias, quien integra el grupo de Sanidad Animal del INTA Marcos Juárez, definió la ractopamina como un Beta 2 agonista (no hormonal) que actúa como un agente reparticionante modificando la composición de la carcasa incrementando el contenido de proteína y reduciendo la deposición de grasa, por lo tanto estimula el crecimiento muscular y se usa al final de la fase de producción.
Al mismo tiempo destacó que “tiene por su mecanismo de acción como efectos adversos potenciales taquicardia, hipotensión, tremores, ansiedad, letargia”.
El debate
De acuerdo a lo consultado, parece que la autorización del uso de ractopamina en el país viene de la mano de la carne bovina. Al respecto, Cogo, sentenció: “Argentina tiene una situación particular, no es que esté protegiendo grandes mercados de exportación de cerdo porque no somos grandes exportadores, sino que lo que se está protegiendo es la exportación de carne bovina, que en dicho sector el país si tiene abiertos mercados muy interesantes y que necesita proteger”.
Para el técnico del INTA AMBA, lo más probable es que por una cuestión de logística y de falta de control, la ractopamina permitida en cerdos podría ir a parar al uso en bovinos y eso pondría en peligro todo lo que es el mercado de exportación de la carne vacuna. “Por esa razón, tanto el Ministerio como Senasa están frenando o por lo menos no permitiendo el uso de ractopamina en cerdos”, argumentó.
Al ser consultado si tiene efectos dañinos en los consumidores, Cappuccio respondió: “Supuestamente no. De hecho, el 80% de la producción de cerdos de Estados Unidos lo aplica. Aunque la autoridad sanitaria europea concluyó que no había datos suficientes para demostrar que era segura para el consumo humano, siendo esta la principal causa de su prohibición en Europa”.
Para el técnico de INTA Marcos Juárez, debería discutirse ampliamente los beneficios productivos dado que Argentina es menos eficiente que los países que lo usan e implica pérdida de potenciales mercados para aquellos países donde está prohibida la utilización.
Según comentó Cogo, en Argentina en algún momento estuvo permitido el uso en cerdos, pero la producción porcina no tenía la escala ni el grado de desarrollo que tiene hoy, era bastante menor y el riesgo siempre estuvo de pasar ractopamina a planteos de feedlot bovino.
Por su parte, la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), en el trabajo aclaratorio denominado “Manual de los problemas que se producen por las importaciones de carne porcina congelada a Argentina”, más precisamente en el capítulo titulado “Competencia desleal”, hace referencia a la ractopamina.
En este sentido, señala que “la ractopamina, que se suministra a los animales los últimos treinta días de engorde, mejora sensiblemente una mayor producción de músculo y una disminución de la grasa, con resultados del 5% de disminución en la conversión alimenticia y un aumento de producción de masa muscular en los principales cortes del 10%”. Seguidamente, resaltan: “Brasil, EE.UU. y Canadá utilizan de forma generalizada este producto en el engorde de los cerdos, bajando de forma importante los costos de producción”.
Carne porcina argentina en el mundo
En sintonía con el mercado internacional de la carne de cerdo, vale mencionar que según el Ministerio de Agroindustria, durante 2017 las carnes y subproductos porcinos experimentaron un incremento que alcanzó al 56,3% (3.596 tn res con hueso).
Al consultarle a Cogo, sobre la presencia de la carne porcina argentina en las góndolas extranjeras, indicó que hoy el país no está generando un excedente. “Todavía no nos podemos animar por volumen a abrir mercados muy interesantes como los asiáticos que demandarían mucho volumen. Creo que va a ser un proceso lento y difícil”, manifestó.
En tal sentido, comentó que a nivel mundial lo que los países intercambian en carne de cerdo es el 7% de lo que producen, o sea que la mayoría de ellos consume lo que produce, por lo cual es muy poco el intercambio. Al respecto, expresó: “Argentina es un país periférico a nivel mundial, no tenemos gran capacidad de producción todavía, nos comemos todo lo que producimos y de hecho importamos parte de lo que necesitamos para consumir”.
Agrofy/Eliana Esnaola
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