La Escuela de Educación Estética Nro. 1, a través de su Asociación Cooperadora, expresó públicamente su agradecimiento a la comunidad por el apoyo recibido a lo largo del año 2016, en el que logró conformar esta entidad, que es de fundamental apoyo para las distintas actividades de la misma.

Así lo expresó en rueda de prensa la presidente de la Cooperadora, Celeste Fernández, quien recordó que el establecimiento cuenta con una trayectoria de 15 años, trabaja en ambos turnos con alumnos de 4 a 18 años, a lo que se suman talleres de adolescentes y adultos, que completan una matrícula de más de 420 chicos.

“La inscripción para nuevos alumnos volverá a abrirse en el mes de febrero próximo”, anunció Fernández, destacando que la Escuela “brinda no solamente una herramienta de transformación social como es el arte, sino que también aporta contención a los niños”.

Por su parte, Sergio Ramos apuntó que también se llevan adelante programas de articulación con los CEC Pibelandia y Rayuela, la Escuela Nro. 501 y la Escuela Nro. 30, “lo que rubrica la función social de la escuela, en un contexto que termina siendo muy positivo a favor de la comunidad”.

Asimismo, recordó que si bien el Estado aporta los sueldos para los profesores, los elementos didácticos y el material de trabajo es cubierto por la Asociación Cooperadora, por lo que renovó el pedido de colaboración hacia los distintos sectores de la comunidad.

“No tenemos un inmueble propio, y por ello nuestro sueño es obtener una sede para poder desarrollar las actividades de la Escuela, para lo que se ha instrumentado un sistema de padrinos voluntarios y un bono contribución de $ 10 pesos, que nos permitirá ir solventando distintas obras”, agregó, recordando que el contrato del alquiler vencerá a fines del presente año, por lo que se aspira a que la Escuela pueda contar con un espacio en el futuro polo universitario que el municipio proyecta en el edificio de ex Supermercado San Cayetano.

Por otra parte, los integrantes de la Cooperadora solicitaron la colaboración de la comunidad en la donación de mobiliario o instrumentos musicales en desuso, que serán de gran utilidad para los alumnos.