La carne falsa perdió la pelea con la carne verdadera
Los consumidores se han ido dando cuenta de que no es tan saludable como se pregonaba. Una lista interminable de ingredientes y su condición de multiprocesada la están alejando del gran público. Amenazaba con comerse los chicos crudos.
Los consumidores se han ido dando cuenta de que no es tan saludable como se pregonaba. Una lista interminable de ingredientes y su condición de multiprocesada la están alejando del gran público. Amenazaba con comerse los chicos crudos. Pretendía ser el gran hallazgo del siglo, una vuelta de tuerca que iba a terminar con las cosas que se le cuestionan a la carne vacuna. Pero a diez años de su aparición rutilante la principal compañía dedicada a comercializar «carne vegetal» está en serios problemas. La misma gente que se entusiasmó con la novedad va volviendo lentamente a consumir las hamburguesas tradicionales.
Beyond Meat ha perdido mucho valor en la Bolsa, está despidiendo personal, y se achica para seguir en el mercado, sabedora de que las ventas de este año vienen otra vez en baja. La empresa registró una pérdida de u$s 97,1 millones, y su asociación con McDonald’s para ofrecer una hamburguesa a base de vegetales se derrumbó en todo Estados Unidos.
Se habla del impacto de la inflación y de los escándalos generados por un directivo de la empresa, pero en opinión de un analista de inversiones, los consumidores se están dando cuenta de que las carnes falsas no son tan saludables como la carne real.
No hace mucho tiempo, la carne vegetal generaba gran revuelo, con supermercados y puntos de venta de comida rápida, que tropezaban unos con otros para agregarla a su oferta. Llegaba enarbolando la bandera de la opción saludable y respetuosa con el ambiente .Beyond Meat, la vanguardia del movimiento con sede en Los Ángeles, vio cómo sus acciones se quintuplicaban en valor en solo meses. Competidores como Impossible Foods pronto se sumaron al convite.
Detrás de tanta euforia había señales tempranas de que la revolución basada en vegetales maquillados como carne vacuna no iría demasiado lejos. Más acá en el tiempo, muchos restaurantes y casas de comidas dejaron de ofrecerla. «Nuestros invitados no la aceptaron como pensábamos que lo harían», fue el argumento en más de un caso. Las ventas ya no crecen exponencialmente; los negocios de los cinco mayores productores de América del Norte cayeron un 4 por ciento el año pasado. Después de un periodo de confusión, el consumidor parece haber elegido la carne vacuna.
En Canadá la carne falsa también anda a los tumbos. De acuerdo con Bloomberg, el rechazo de los canadienses a este producto parece tener una variedad de motivaciones, desde el sabor y la textura a menudo gomosa hasta los precios típicamente altos y, quizás la objeción más grande de todas, una lista desconcertante de ingredientes que revela que los sustitutos de la carne son altamente procesados y comida decididamente antinatural.
Deloitte estudio el tema. Concluye que un mercado se puede direccionar, pero solo hasta un cierto punto, inevitablemente hay un umbral de saturación, un límite para el impacto del marketing. Por otro lado la inflación condiciona el número de personas dispuestas a pagar un precio más alto por un producto que tiene competencia. Además, se ha ido perdiendo la fe en la supuesta condición más amigable para la salud que rodeaba a este tipo de sustituto.
Crece la convicción de que detrás de la movida había más ideología que ninguna otra cosa. Y el trabajo de determinados estamentos. La prestigiosa The Lancet pidió a la gente que comiera menos carne para ir en el futuro hacia una dieta más saludable. La Guía Nacional de Alimentos actualizada de Canadá instó a las personas a comer proteínas que provienen de plantas, no de animales; lo propio hizo el Reino Unido. Los gobiernos han sido receptivos al alarmismo contra la carne, que a la gente le encanta, pero no le gusta sentirse incómoda comprándola.
El punto es que se termina aceptando que la carne real es completamente natural y proporciona múltiples aminoácidos, vitaminas (vitamina D12) y minerales. Además, el consumidor puede ver claramente lo que está obteniendo, lo que permite una fácil selección de cortes y tipos de carne más magra o más grasa.
Por cierto, mientras se le pedía a la gente desde ámbitos oficiales comer menos carne bovina, se le advertía sobre los riesgos de los alimentos multiprocesados, y de eso se trata esta «carne de base vegetal». Beyond Meat, por ejemplo, enumera los siguientes ingredientes para su Beyond Burger: agua, proteína de arvejas, aceite de canola prensado, aceite de coco refinado, proteína de arroz, sabores naturales, manteca de cacao, proteína de poroto mung, metilcelulosa, almidón de papa, extracto de manzana, extracto de granada, sal, cloruro de potasio, vinagre, concentrado de jugo de limón, lecitina de girasol y extracto de jugo de remolacha. Abrumador por cierto.
Los nutricionistas que han analizado los sustitutos de la carne a base de plantas notan sus altos niveles de sodio, así como el hecho de que contienen colorantes, sabores y conservantes artificiales. «Son altamente procesados ??y no ofrecen mucho en términos de beneficios para la salud», aseguran.
Los especialistas concluyen que los alimentos naturales e integrales son superiores desde el punto de vista nutricional. Las proteínas vegetales son maravillosas, el error parece haber estado en la decisión de confrontar con la carne vacuna y tratar de parecerse a ella. La carne falsa sobrevivirá seguramente, pero quizás como producto de nicho, mientras la gran batalla queda en manos de la carne vacuna.
Es que no tiene lógica reemplazarla con algo procesado y más caro. La gente no parece dispuesta a pagar más por una imitación. Y la carne ha resultado difícil de imitar. Siempre. Ojalá sirva de lección.
Revista Chacra
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