La 1era. Jornada virtual CREA expuso como las empresas crean valor en el actual contexto
Gerardo Bartolomé (GDM Seeds) se refirió al proceso instrumentado en su empresa para planificar una sucesión gerencial exitosa. “Soy un afortunado porque mi hijo Ignacio, que se sumó al equipo dos años atrás, está dispuesto a sucederme luego de cuarenta años de trabajo en la empresa”, relató Bartolomé, quien a fines del presente año dejará el cargo de CEO para integrar el directorio de la compañía semillera con operaciones en Sudamérica, EE.UU., Europa y China.
El empresario explicó que el proceso de recambio generacional se gestó dos años atrás junto con Obdulio San Martín, director de negocios de GDM Latinoamérica Sur, quien también se retirará de la empresa por decisión propia. No requirieron la ayuda de un consultor externo para llevar adelante el proceso.
Bartolomé dijo que, cuando una organización alcanza determinada envergadura –el grupo GM ya cuenta con más de 700 empleados –, las necesidades de la empresa deben estar por encima de los deseos del fundador.
“Diez años atrás éramos ocho socios y yo no contaba con la mayoría accionaria en la empresa; me propuse lograrla –hoy tengo el 80% de la compañía– porque de lo contrario hubiese sido bastante más complicado el proceso de transición; eso le ha dado mucha más sostenibilidad y proyección a la empresa”, sostuvo.
Bartolomé indicó que, además de integrar el directorio del grupo, se dedicará a realizar, por su cuenta, emprendimientos productivos agrícolas y ganaderos. “El rol de accionista, que es un trabajo para el cual es necesario entrenarse, permite tener una mirada más estratégica y de largo plazo; el comité ejecutivo de la compañía además integrará a un director independiente (no familiar) para tener una mirada más objetiva”, explicó.
Fernando de Achaval, gerente de Operaciones de la compañía citrícola San Miguel, explicó por qué es importante lograr una determinada escala para evitar divisiones familiares que puedan atentar contra la viabilidad de la empresa.
“El desafío de la escala significa empezar a tener cada vez más empleados, insumos y clientes, y la manera cómo se gestiona eso debe ser diferente a la realizada en la etapa inicial de una empresa”, comentó.
De Achaval señaló que la necesidad de crecimiento de San Miguel, que, además de Argentina, cuenta con operaciones en Uruguay, Sudáfrica y Perú, se gestó para consolidar la viabilidad de una compañía orientada a proveer de frutas a grandes clientes globales que se encuentran en constante expansión.
Para lograr eso, por ejemplo, unificaron y estandarizaron el sistema de registros de las diferentes unidades de la compañía e implementaron nodos técnicos para asegurar que el conocimiento presente en cada uno de los procesos que lleva adelante la compañía está a disposición de todos los involucrados en las distintas regiones.
“En nuestro negocio perder escala implica una probable pérdida de relevancia por parte de los clientes y eso representa un riesgo, por lo que se torna crucial acompañar el crecimiento de los mismos”, remarcó.
Héctor Guardia, fundador del Grupo Harmony, empresa dedicada a la elaboración de soluciones para la industria alimentaria y farmacéutica con presencia en la mayor parte de los países de Latinoamérica, relató cómo, a través de la asociación con un empleado destacado –Juan Cruz Valenzuela, actual director de Nuevos Negocios de la compañía– logró expandir el potencial de la misma.
“Le dejé la empresa a Juan y me fui a mi casa. Y en mi nuevo rol de director me di cuenta de que el mundo estaba cambiando y que la única respuesta para que una empresa no se vuelva obsoleta era la innovación”, señaló Guardia.
A partir de esa iniciativa, se generaron en la Argentina vínculos con investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de diferentes centros universitarios que permitieron desarrollar ingredientes innovadores, además de establecer asociaciones con referentes en distintos países de Latinoamérica para desarrollar nuevas unidades de negocios.
“Por ejemplo, estamos desarrollando en el país el maíz azul junto a un socio CREA con el propósito, para lo cual estamos haciendo pruebas, de elaborar fideos a partir del mismo”, adelantó Guardia. “Argentina importa laminado de manzana y pera de Europa, lo que nos parece un absurdo, por lo que comenzamos a gestionar la posibilidad de desarrollar ese insumo en el país”, añadió.
El empresario señaló que parte del equipo de trabajo dedica buena parte de su tiempo al desarrollo de innovaciones y que ese camino, una vez iniciado, “es contagioso” porque a través del mismo se multiplican las relaciones multidisciplinarias y las oportunidades de negocios.
En tanto, Pablo Hary, nieto del fundador del Movimiento CREA, integrante del CREA Henderson-Daireaux y socio fundador de la potenciadora AgTech Nesters, explicó cómo es el proceso para comenzar a invertir en soluciones agrotecnológicas destinadas a transformar la productividad del agro.
“Estamos atravesando una revolución digital que produce cambios de manera exponencial”, aseguró Hary, quien fue uno de los impulsores de la creación de la primera plataforma digital para gestionar cargas de granos (Humber).
El empresario CREA indicó que la transformación cultural que estamos experimentando se sustenta en el trabajo colaborativo realizado en el marco de equipos interdisciplinarios. “En CREA tenemos mucha gimnasia con el trabajo colaborativo, pero tenemos que avanzar con la incorporación de miradas alternativas”, afirmó.
Hary comentó que junto con la aceleradora AgTech The Yield Lab, en el marco de un convenio de colaboración con CREA, han evaluado hasta el momento más de 600 emprendimientos agro tecnológicos orientados a transformar diferentes procesos productivos presentes en el sector agropecuario.
“Tenemos en nuestra empresa agropecuaria una parte del presupuesto dedicada a la inversión en nuevas tecnologías. Los ganadores del mundo que viene en camino van a ser aquellos que puedan superar el muro digital”, remarcó.
Por último, el consultor y gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Claudio Zuchovicki, se refirió a los aspectos centrales que deberían gestionar los empresarios en la actual coyuntura.
“En esta nueva normalidad se van a acelerar cambios que, si bien se venían dando, la gente se resistía a asumirlos”, aseguró en referencia al potencial que presentan las plataformas digitales colaborativas. “Las Bolsas están invirtiendo en equipamiento y conexión en las casas de sus empleados porque es más eficiente y productivo eso que traerlos a la oficina”, añadió.
El economista señaló que, ante un incremento significativo de la liquidez a nivel mundial, la producción de materias primas representa una ventaja estratégica. Aunque, de todas maneras, explicó que en el mundo en el que vivimos “la logística es más importante que el producto”, razón por la cual en los últimos meses se incrementó el valor bursátil de las cadenas de supermercados y las plataformas digitales de ventas de bienes y servicios.
El evento contó con la participación de Gonzalo Herran, integrante del CREA Pergamino y presidente del área de Empresa CREA, y Fausto Brighenti, integrante del CREA Río Salado y representante de la región Sudeste en la Mesa Empresarial CREA.
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