IPCVA: Tips para mitigar el estrés térmico en bovinos de carne

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Ante la época de altas temperaturas, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) describió algunas señales que describen cuándo el bovino está padeciendo los efectos de las altas temperaturas, entre ellos, la reducción de la actividad física, el aumento de la frecuencia respiratoria, la reducción de consumo de alimento, y el aumento del jadeo y la salivación.

Además de su impacto negativo para el bienestar animal, el estrés por calor puede producir:

-Disminución en el consumo de alimento y la eficiencia alimenticia.

-Pérdida de peso y de condición corporal.

-Deterioro del desempeño y los índices reproductivos.

-Aumento del riesgo de enfermedades.

-Incremento de la tasa de mortalidad.

Para mitigar estos efectos, el SENASA recomienda las siguientes medidas:

Estar atentos al tipo de alimentación, ya que el pastoreo de pasturas tóxicas como festucas u otras infectadas por hongos productores de ergoalcaloides, así como la administración de raciones hipercalóricas, incrementan el riesgo.

  Proveer espacios de sombra suficientes para todos los bovinos. La sombra de árboles es una de las más efectivas, ya que no solo disminuye la radiación, sino que produce menor temperatura del aire por la evaporación desde las hojas. Cuando la provisión de sombra sea artificial, debe permitir el movimiento de aire por debajo (a una altura de entre 3 y 4 m). Cada animal debe disponer de espacio suficiente (de 2 a 4 m²) para evitar el hacinamiento.

  Proporcionar agua fresca, limpia y abundante. Considerar que un bovino adulto consume diariamente el 7% de su peso vivo en agua. Realizar un análisis del agua para determinar las concentraciones de sales y prevenir el rechazo de su consumo.

  Los bebederos deben estar accesibles con buen flujo y cerca de los animales. Controlar el caudal y la presión en períodos de extremo calor y asegure espacio suficiente en los bebederos. El consumo abrupto de agua, luego de períodos de privación, puede desencadenar un cuadro de intoxicación con signos nerviosos.

  Evitar manejos estresantes. Es importante arrear de manera tranquila, respetando el paso de los animales y realizar los encierres y trabajos en manga a primera hora de la mañana o última hora de la tarde-noche. Brindar agua y alguna fuente de alimento en los corrales donde permanezcan los animales. Consultar el pronóstico del tiempo antes de programar los manejos de la hacienda. Planificar todas las tareas y preparar los materiales necesarios para minimizar su permanencia en mangas y corrales.

  Adecuar la alimentación. Es conveniente conocer el nivel de infección con hongos productores de ergoalcaloides presente en las pasturas. En el engorde a corral, administrar entre el 30 y 40% de la ración por la mañana y el resto por la tarde; e incremente el porcentaje de fibra en la dieta.

  Refrescar la hacienda cuando se prevean temperaturas elevadas. Bien temprano a la mañana o durante la noche, utilizando un caudal suficiente para penetrar el pelo. Si se los moja en horas de mucho calor y de manera insuficiente, puede ser contraproducente. También se puede mojar el suelo de los corrales, sin embarrarlos, para minimizar la radiación indirecta.

Ante cualquier duda, consultar al veterinario del establecimiento.

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