Desde el pasado sábado 1 y hasta este próximo 8 de octubre en la Argentina se conmemora la Semana de la Dislexia.

La dislexia es una diversidad funcional que afecta la exactitud lectora, ortográfica y la fluidez en todas las áreas del rendimiento académico presente en el 10% de la población.

Hay varios indicadores en las acciones de una persona que puede decirnos que se está ante una dislexia. Se trata de la alteración de leer, altera el orden de letras, sílabas o palabras u objetos, le cuesta decodificar, tiene problemas en las matemáticas, ya que invierte los números, entre otros.

En ese marco quienes trabajan con personas que enfrentan esta diversidad, invitan a defender los derechos de las mismas y a concientizar a la comunidad en la importancia de apoyarlas adecuadamente.

En Argentina se cuenta con una ley (26.306) que se impulsó en el año 2016, con el asesoramiento de DisFam (Dislexia y Familia), y que cada provincia debe adherir, sin pocas lo que lo han hecho, como Buenos Aires.

Quienes trabajan al respecto se proponen participar en el Congreso Argentino de Dislexia, capítulo del Congreso Internacional, donde se llevarán inquietudes y compartir experiencias educativas y familiares sobre el tema.