Habían transcurrido cuatro meses de duros cruces entre el gobierno de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner y los productores agropecuarios en rechazo a la ley 125; y tras 18 intensas horas en el senado argentino, en un reñido debate, la votación de desempate quedo en manos del presidente del Senado, el Vicepresidente del gobierno de aquel entonces, Julio Cleto Cobos, cuando minutos antes de las 05 hs de aquel jueves 17 de julio de  2008, se daba por finalizado a la discusión por dicha ley, rechazando en el ámbito legislativo la misma.

Productores y dirigentes gremiales celebraron el No Positivo de Cobos

Aquellos últimos minutos en el Senado, fueron tan tensos como los cuatro meses de discusión entre productores y Gobierno. Afuera del Congreso, miles de productores esperaban por el resultado de la votación.

El entonces presidente de la Cámara Alta estaba nervioso y, si bien dejó entrever sus intenciones de votar en contra ni bien comenzado el discurso, eligió cuidadosamente cada frase para evitar quedar como el «traidor» ante el bloque del Frente para la Victoria, impulsor de la iniciativa y al que Cobos pertenecía.

«Yo sé que me cabe una responsabilidad histórica en esto” y sostuvo que «hay quienes desde lo político dicen que tengo que acompañar por la institucionalidad, por el riesgo que esto implica». «Mi corazón dice otra cosa y no creo que esto sea el motivo para poner en riesgo el país, la gobernabilidad, la paz social», disparó.

Productores y dirigentes gremiales celebraron el No Positivo de Cobos

«La historia me juzgará, no sé cómo. Pero espero que esto se entienda», agregó, cuando en el recinto  ya no quedaban dudas de su decisión. «No puedo acompañar y esto no significa que estoy traicionando a nadie», se atajó y destacó: «Estoy actuando conforme a mis convicciones».

La frase final es la que quedó en la memoria de todos los argentinos: «Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto… Mi voto no es positivo… mi voto es en contra».