En el tambo del oeste bonaerense, entre el clima y el «dólar soja II» que le elevo los costos, resultado empeoro la relación del precio de la leche
Para mediados de diciembre, las condiciones de humedad han vuelto a retroceder en los suelos de la Cuenca Oeste. Los mapas nos muestran que abajo, los perfiles conservan algo más de humedad que las capas superficiales, en medio de una sequía muy extendida, que sigue provocando enormes daños a la producción, dio a conocer en el ultimo informe de la Camara de Productores de Leche del Oeste Bonaerense (Caprolecoba). Lo nuevo: hay ahora indicios de neutralidad por detrás de la Niña, que se iría a fin del verano.
El pronóstico del SMN para DIC-ENE-FEB en la Cuenca Oeste, prevé lluvias normales y temperaturas superiores a lo normal.
Producción y perspectivas
La producción acumulada a noviembre ya está en paridad con la del año previo, y es probable que termine ligeramente por debajo que la de 2021.
Todos los factores mencionados el mes pasado se han agravado, y encima cayó el “dólar soja II”, que elevó más los costos (sumados, más de 15%) y empeoró las relaciones de precio de la leche.
De esta forma, la caída estacional de producción, se ve exacerbada, sobre todo en los tambos que se han quedado sin suficientes recursos propios para alimentar a las vacas (pasto y reservas).
Diciembre lechero: Precios “recortados” no compensan costos “inflados”
Al mirar las estadísticas, lo primero que uno hace es tratar de encontrar qué le dicen los números, qué cosas los explican y cómo se proyectan.
Y este fin de año, vemos en los tambos que no recibimos el precio entero que corresponde al valor que agregamos como parte de la cadena (por la represión de los precios internos, las retenciones y la disminución de reintegros a las exportaciones). Y a eso se suma que los ya altos costos, se dispararon aún más por el invento del “dólar soja II”. Así, nos la hacen muy difícil.
El marco institucional de la cadena
“Dólar Soja II”: No paran de arrojar misiles sobre la lechería
En la lechería nos cuesta entender qué es lo que quieren hacer con nuestra actividad. Se explicó muchas veces lo que aportamos al país y cuánto más podemos dar aún, si nos dejaran trabajar tranquilos, libres y con reglas de juego justas, claras y estables. Hablamos con todos y somos colaborativos. Y las intervenciones restrictivas y distorsivas, tipo “dólar soja II”, siguen cayendo como misiles sobre nuestras cabezas. Y los tamberos sólo en octubre, perdimos $ 6.306
millones. ¿Cómo hay que hablar? ¿Con quién?
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