La industria de la maquinaria agrícola argentina a traves de CAFMA  y sus asociaciones provinciales impulsa de hace un largo tiempo en que el Congreso Nacional apruebe la denominada «Ley de la Maquinaria Agrícola nacional», cuyo objetivo es generar condiciones que la defienda ante la importación y un estimulo como industria que son.

Durante esta pandemia en el  2020 y lo que va del presente año, fue oportuno para que dicho sector que principalmente opera en pequeñas y medianas ciudades del interior del país con una fuerte presencia en provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, y se suma La Pampa entre otras provincias, le permitió avanzar en el dialogo con el gobierno nacional, el arco legislativo y hasta con el gobernador bonaerense Axel Kicillof. De hecho la vice gobernadora Magario también tomo el pedido de Magriba (Cámara de la Maquinaria agrícola de la provincia de Buenos Aires), en una reunión que se dio en la ciudad de  9 de Julio. Además CAFMA ingreso al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), quien le dio el acompañamiento para peticionar por dicho proyecto.

Sin embargo la revista «Maquinac», especializada en maquinaria agrícola en un informe reciente destaca que el proyecto aun esta en un borrador, por lo que de cara a las elecciones legislativas no hay previsibilidad de lo que resta en el año vaya a tratarse en la cámara baja nacional.

Según la publicación de la revista antes mencionada «el apéndice específico para la actividad comenzó siendo más ambicioso en cuanto a los beneficios que aportaría para la inversiones en equipos, el último borrador lo encuentra sólo acotado a un aspecto impositivo: Los compradores de maquinaria agrícola en el país (cualquier sea su procedencia) podrán acceder a la amortización acelerada de la inversión en un plazo de tres años.

En principio, la implementación de un Plan Canje para los equipos comenzó cobrando fuerza dentro de este proyecto marco, aunque luego se fue diluyendo a partir de los condicionamientos que tenía su implementación.

Básicamente, porque los vehículos de arrastre (los de mayor cantidad de unidades vendidas) no están obligados a su registración, lo que dificulta la titularidad de los certificados.

La alternativa era diseñar sólo un sistema para los vehículos autopropulsados, pero no terminó prosperando, al menos hasta el momento.

Finalmente  se hizo referencia que los que siguen de cerca el borrador de trabajo aseguran que el proyecto, que aún no tiene fecha de presentación, aún podría enriquecerse. En el sector de la maquinaria agrícola esperan algún incentivo adicional dentro de la futura ley nacional.