Cristina Kirchner. El secreto de la vicepresidenta que se esconde en los billetes
Entre la salida de Mauricio Macri y la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, algo se extravió en el camino. Para los entusiastas de la numismática, el eslabón perdido debería estar en el reverso de algunos billetes y rompe con una tradición que comenzó en 1992.
Se trata, ni más ni menos, que de la firma de la vicepresidenta Cristina Kirchner, cuya ausencia pone de manifiesto, según diversas fuentes consultadas, el desagrado que le provoca la familia de billetes con la imagen de animales autóctonos argentinos, una creación promovida por el expresidente del Banco Central Federico Sturzenegger y cuestionada por los conductores del Frente de Todos.
La información oficial rechaza el argumento anterior, en cambio, y sostiene que la eximición tácita de la firma de Cristina Kirchner en los billetes se debe a motivos de practicidad.
La carta orgánica del Banco Central dispone que los billetes deben llevar la firma del presidente de la entidad monetaria acompañada por la del titular de la Cámara de Senadores o de Diputados, según disponga el Directorio. En la gestión de Mauricio Macri, el BCRA lanzó una nueva familia de billetes y aumentó las denominaciones, un requerimiento derivado de una economía con inflación que siempre había rechazado el kirchnerismo.
Una resolución del 31 de marzo de 2016 instrumentó las órdenes de la carta orgánica y dispuso que para la familia de billetes de animales el jefe de la Cámara Alta le pusiera su nombre a las denominaciones de $20, $100 y $500, mientras que su par de Diputados lo haría con las de $50, $200 y $1000. Así ocurrió: la exvicepresidenta Gabriela Michetti firmó el primer trinomio, mientras que Emilio Monzó le puso su nombre al segundo. De esa manera, continuó la tradición inaugurada a principios de los 90.
La historia reciente de los billetes tuvo un cisma a principios de año. Con la llegada del nuevo gobierno, también debían cambiar los nombres que están en el reverso de los papeles. La sesión de Directorio del Banco Central del 30 de enero pasado alumbró una decisión novedosa, según un documento hasta ahora reservado que vio LA NACION. La resolución 38, que acompaña a esta nota, determinó que todos los nuevos billetes de la familia de animales llevarán el nombre del nuevo titular de la entidad, Miguel Pesce, y de Sergio Massa, jefe de Diputados convertido en único dueño de las firmas legislativas que están en los reversos.
En cambio, la presidenta de la Cámara de Senadores, Cristina Kirchner, no está en los nuevos billetes que se imprimen en el marco del contrato con Casa de Moneda.
LA NACION tomó conocimiento de la norma, que hasta ahora no había trascendido, a través de averiguaciones periodísticas. Y obtuvo una copia a partir de una consulta hecha bajo la ley 27.275. El texto sostiene que la Gerencia de Planeamiento Estratégico del Tesoro propuso «por una cuestión de practicidad y para acelerar el trámite de elaboración del nuevo herramental» aplicar el conjunto de facsímiles compuesto por las firmas de Pesce y de Massa en toda la familia de billetes de animales.
La firma de los billetes suele ser un motivo recordado y difundido por quien pone el nombre. Massa, por ejemplo, difundió videos y fotos de su encuentro con Pesce el 24 de enero pasado. El titular del Banco Central se acercó al despacho del Presidente de la Cámara para tomar el facsímil. Mucho antes, en febrero de 2016, la vicepresidenta Gabriela Michetti acompañó la misma foto con un mensaje emotivo en su cuenta de Facebook.
Allegados al Frente de Todos explicaron a LA NACION que Cristina Kirchner no quiso firmar los papeles de los animales, pero tampoco está interesada en poner su nombre en ningún billete.
La vicepresidenta mantiene desde hace años una relación cercana a la moneda. El 9 de julio de 2013 publicó en su cuenta de Twitter: «Grande Evita. Hasta desde los billetes les ganás. Viva la Patria bis! (sic)». Celebraba que el diseño del papel de $100 hecho en su gobierno había recibido un premio en la 2° Conferencia Latinoamericana de Imprentas de Alta Seguridad. La noticia se la había dado Katya Daura, titular de la Casa de Moneda en esa gestión e impulsora del billete peronista.
La presidenta utilizó aquel premio como fundamento para rechazar las críticas que había tenido el billete de Evita.Las peleas por la plata son moneda corriente en la política: años después, el kirchnerismo disparó la misma munición contra los papeles habitados por animales de la gestión macrista. El vocero más importante de ese enojo fue Alberto Fernández. «Cuando veo en billetes tantos animalitos y no a Belgrano no saben lo mal que me siento», dijo en febrero pasado.
Antes, el titular del Banco Central había afirmado que se irían reemplazando paulatinamente el yaguareté, la ballena franca austral, el guanaco, la taruca, el hornero y el cóndor andino por «personas que se identifiquen con los valores sociales».
Por otra parte, la familia Kirchner mantuvo enfrentamientos con Sturzenegger, identificado con los billetes de animales. En marzo de 2017, por ejemplo, Florencia Kirchner denunció al banquero macrista por supuesto abuso de autoridad.
Hay motivos para pensar que Cristina Kirchner es cuidadosa del lugar donde pone la firma. En la primera parte del año Casa de Moneda avanzó en la creación de un billete de $5000. Si bien el proyecto se canceló por una decisión política, la imprenta del Estado había cerradola compra de tintas, papel y el diseño, que contaba con las figuras de Cecilia Grierson, la primera médica argentina, y Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de Juan Perón.
Una versión de quienes participaron de su fabricación no avalada por documentación pública sostiene que por un pedido del Banco Central habían dejado en el reverso, como aclaración de la firma, la denominación «Honorable Cámara», sin especificar si correspondía al nombre del titular de Diputados o de Senadores, a la espera de la decisión final de la vicepresidenta.
Por Pablo Fernandez Blanco / La Nacion
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