Agencia de UE dice que el glifosato no es cancerígeno
No debería ser clasificado como una sustancia que provoca cáncer, dijo hoy la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA).
El glifosato, componente clave del herbicida Roundup de Monsanto, no debería ser clasificado como una sustancia que provoca cáncer, dijo la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA por sus iniciales en inglés), allanando el camino para la renovación de su licencia en la Unión Europea.
Las conclusiones contradictorias sobre los riesgos cancerígenos del glifosato han puesto a la sustancia química en el centro de una disputa entre políticos, reguladores e investigadores de la UE y Estados Unidos.
La ECHA dijo el miércoles que estudió una amplia cantidad de datos científicos. «Esta conclusión está basada en pruebas humanas y el peso de las pruebas de todos los estudios animales revisados», dijo Tim Bowmer, presidente del comité de evaluación de riesgos de la ECHA, en un comunicado publicado en internet.
La Comisión Europea dijo que espera reactivar las conversaciones con los estados miembros para volver a aprobar el uso del glifosato en herbicidas tras recibir la opinión formal de la ECHA, que es esperada para agosto.
«Debe tomarse una decisión dentro de los 6 meses tras la recepción de la opinión del comité de evaluación de riesgos de la ECHA, o para fines de 2017 como mucho», comentó un portavoz de la Comisión.
Pendiente de los resultados del estudio, la UE concedió en julio una extensión de 18 meses a su aprobación del producto de Monsanto, después de que una propuesta para renovar la licencia encontró la oposición de estados miembros y grupos de presión.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasifica el glifosato como «probablemente cancerígeno», mientras otros muchos reguladores gubernamentales consideran improbable que el herbicida presente un riesgo de provocar cáncer para los humanos.
La Asociación Europea para la Protección de las Cosechas, un grupo de presión, celebró la conclusión de la ECHA, mientras que Greenpeace acusó a la agencia de ignorar las evidencias.
«Los datos exceden por mucho lo que es legalmente necesario para que la UE prohíba el glifosato, pero la ECHA miró para otro lado», dijo en un comunicado Franziska Achterberg, de Greenpeace.
Reuters
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