El Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, participó en la jornada de este martes 29 activamente de la celebración del 1er Día Internacional de Concienciación sobre Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, conocido como 29S, una iniciativa de Argentina que se concretó hoy en un evento virtual organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que contó con actividades a nivel mundial y especialistas para crear conciencia al respecto en todos los niveles.

El acto de apertura contó con las exposiciones del secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Marcelo Alós; el especialista en Seguridad Alimentaria a cargo de la FAO en Argentina, Carmelo Gallardo, y la presidenta del Consejo Nacional de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz.

Además, participaron el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez; el jefe de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, Guillermo Chávez; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié; y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.

«Argentina es realmente pionera en este tipo de acciones sobre pérdida y desperdicio de alimentos, para darle una racionalidad efectiva a la problemática del hambre. Nuestro presidente en diciembre del año pasado convocó al Consejo Nacional de Lucha contra el Hambre, porque ese es el país en el que habitamos y en el que tenemos que desplegar nuestras actividades, donde hay compatriotas que hoy que tienen hambre», aseguró Basterra, durante su exposición.

En ese sentido, el titular de la cartera agropecuaria nacional manifestó que «trabajamos permanentemente desde el Estado sobre como atenuar las pérdidas y desperdicios de alimentos, es sustancial que lo pongamos en debate, porque en definitiva los volúmenes de alimentos que se pierden son realmente importantes», y concluyó que «desde el Ministerio por medio del INTA hace muchos años se trabaja para evitar las perdidas en la cosecha, por eso es muy importante que avancemos en estos espacios de articulación con los gobiernos provinciales y con el sector privado, que llevemos al extremo el esfuerzo, para que no exista un plato de comida que no llegue a la mesa de los argentinos».

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En tanto, el secretario Alós presentó la «Estrategia Argentina 2030 Valoremos Los Alimentos» y señaló que «Argentina cuenta con una política específica para lograr la meta 12.3 y un fuerte compromiso con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, en especial con el ODS2. El objetivo es poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover una agricultura sostenible».

Por otro lado, el especialista en Seguridad Alimentaria de la FAO en Argentina, Carmelo Gallardo, felicitó a nuestro país por la iniciativa de generar este día de conmemoración y manifestó que «estamos todos juntos frente a la misma problemática y sus soluciones. Realizar esto en Argentina es muy importante ya que ha sido una de las grandes impulsoras a nivel global, es un país líder en compartir experiencias sur-sur, tiene su propia institucionalidad y un plan nacional en reducción de PDA, impulsado por el Ministerio que conduce Basterra, generando conciencia a nivel internacional. Reducir los volúmenes de perdida y desperdicio nos beneficiará social, económica y ambientalmente».

A su turno, el jefe de Gabinete de la Cancillería dijo que «el Presidente Fernández marcó ese rumbo desde el primer día de gestión, y aunque la pandemia precipitó cierta toma de decisiones, no opacaron esta búsqueda de la erradicación del hambre en la Argentina, que va a seguir siendo prioridad».

Según el último informe del estado mundial de la agricultura y la alimentación, cerca del 14% de los alimentos en todo el mundo se pierden antes de llegar al nivel minorista.
Para que la problemática tenga mayor visibilidad y cuente con una conmemoración en el calendario internacional, el gobierno argentino presentó, a través de la FAO, la petición para que se celebre el 29 de septiembre como el Día Internacional de Concienciación sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos.

Es así como en 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó la fecha conmemorativa en cuestión, con la intención de reconocer el papel fundamental que desempeña la producción sostenible en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición.
Durante la jornada de hoy se destacó la importancia de trabajar en tener sistemas alimentarios más justos, sostenibles y resilientes, con prácticas y políticas innovadoras para contribuir a la lucha contra el hambre y la pobreza. Se señaló, asimismo, la importancia del sistema agroalimentario global y en particular el rol que tiene Argentina como proveedor de agroalimentos inocuos, de calidad reconocida, y con valor agregado.

En nuestro país se pierden y desperdician 16 millones de toneladas de?alimentos?por año. Por esa razón, esta primera conmemoración internacional, en medio de la crisis generada por la pandemia, es una oportunidad para reforzar que todas las personas tenemos un papel que desempeñar en el sistema de alimentos en general y en la reducción de la pérdida y el desperdicio en particular. No solo por la comida que se desecha sino por los recursos que hacen falta para producirla y que impactan directamente sobre la salud del planeta.

La jornada de celebración, moderada por la Responsable de Seguridad Alimentaria y Nutricional de FAO, Elizabeth Kleiman, contó con un panel de experiencias provenientes de organismos que representan distintos eslabones de la cadena de valor del sector alimentario.
Cabe destacar, que dado el liderazgo de la Argentina en la materia, Basterra participó también de las actividades de apertura del encuentro regional, que en el marco de la celebración se realizaron en Chile.

El principal objetivo de este evento fue crear conciencia sobre la importancia del problema de la pérdida y el desperdicio de alimentos y sus posibles soluciones a todos los niveles, en un intento por promover los esfuerzos globales y la acción colectiva para cumplir con la meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es decir, de cara al 2030, reducir a la mitad per cápita global el desperdicio de alimentos a nivel minorista y consumidor, y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.