Ayer asumió en su cargo el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tras haber ganado las elecciones en 2018. El dirigente de la ultraderecha brasileña anunció posibles reformas económicas y fortalecimiento de los agronegocios.

El nuevo jefe de Estado es partidario de una política económica liberal, así lo confirmaba en su primer discurso como Presidente. Allí, enfatizó en la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales «urgentes para la sustentabilidad de las cuentas públicas».

También marcó la importancia que le dará a abrir los mercados para el comercio internacional, «estimulando la competitividad, la productividad y la eficacia sin tinte ideológico».

En ese sentido, resaltó el papel «decisivo» que en su Gobierno tendrá desde ahora el agro. Sobre eso, aseguró que buscará apoyar al sector agropecuario en consonancia con la preservación ambiental.

Además, hoy, en uno de sus primeros actos al frente de la administración,Bolsonaro despojó a la Fundación Nacional del Indio de la facultad de crear nuevas reservas indígenas, lo que se vio en ese país como un guiño para el sector del agro.

A partir de ahora, es el Ministerio de Agricultura -a cargo de Tereza Cristina Correa– el que decidirá sobre las nuevas tierras indígenas. También controlará el servicio forestal que registra la propiedad rural como parte de una iniciativa para prevenir la deforestación.

A su turno, la ministra brasileña afirmó hoy que el Mercosur sigue siendo una prioridad para el Gobierno actual.