La Cuenca Oeste de Bs As es muy extensa y contiene, como es habitual, diferentes cuadros agroclimáticos. Gran parte de la misma presenta hoy condiciones normales para la época, y un área importante, en el noroeste, vive con angustia las persistentes inundaciones, agravadas por el momento del año, las consecuencias del déficit de infraestructura y el desmanejo de los sistemas de desagote.

Los expertos tienden a coincidir, al pronosticar probables condiciones de un fenómeno “Niño” débil, que traería lluvias normales en el invierno, con temperaturas medias algo más altas que lo normal. Y luego precipitaciones mayores a las normales para la próxima primavera. (Ver Dr Aiello en Agrositio TV).

Se trata de buenas perspectivas agrícolas, en general. Pero preocupantes para las zonas que hoy padecen inundaciones, en las que habrá que apurar mínimas obras de infraestructura, que permitan acercar un manejo más racional de las aguas.

En las áreas predominantes, que se manejan en circunstancias más o menos normales, los campos muestran buena dinámica de verdeos y pasturas, lo que permite que algunas categorías de los rodeos se puedan manejar con dos pastoreos por día. La dieta global, incluye una buena cantidad de silo de maíz, y también de alimento balanceado (6-8 kgs/VO/día).

Los tambos que operan bajo estas condiciones, registran hoy producciones similares o ligeramente
superiores a las del mismo período de 2016.
Como contracara, el cierre de tambos y el retroceso en la producción, son lamentablemente el paisaje que domina las zonas con amplias superficies bajo el agua (Gral. Villegas, y buena parte de Ameghino).

Al momento de estar siendo publicado este informe, mucha agua está entrando también al Partido de Rivadavia, habiendo afectado ya varios tambos y poniendo en serio riesgo la continuidad de la recolección en otros más.
Todo esto hace muy incierto un pronóstico sobre cómo seguirá la producción en el costado noroeste de la Cuenca, que es una parte significativa de la misma.

Inconveniente desaceleración en la recuperación del precio de la leche
Mientras los precios no paran de subir en las góndolas, y no pocas empresas incrementan sus ventas a expensas de los espacios liberados por SanCor, las industrias lácteas parecen tener que esperar hasta los últimos días del mes de remito, para poder definir su último precio. Esto, más allá de su incongruencia con la normativa del SIGLEA, se hizo más “tolerable” en un período de recuperación de los precios. Pero se hace cada vez más inconveniente, en la medida en que ese proceso se desacelere o pueda revertirse. La producción, para retomar un crecimiento consistente, necesita previsibilidad, continuidad en la recuperación de los precios iniciada a mediados de 2016, y recomponer su rentabilidad.

EL MARCO POLÍTICO INSTITUCIONAL
Algo está cambiando. Y queda mucho por cambiar.
Las intensas negociaciones en curso vinculadas a la crisis de SanCor, y que involucran a la Cooperativa, las Cámaras industriales, el Gobierno, y el sindicato ATILRA, están enviando, por elevación, un mensaje a todos los actores del sector lechero y a la sociedad, del cual es necesario tomar debida nota, a tiempo.

Nuestra Cadena no es una burbuja que pueda conducirse con prescindencia de lo que pasa a su alrededor.
Muchas cosas están cambiando en este sector (entre las que SanCor es uno de los puntos de mayor peso), y fuera de él. Cuestiones de orden económico, social, político, y cultural.

Y entre ellas, quizá interese destacar un par de elementos importantes:
1. La economía y la sociedad se referencian crecientemente en la realidad. No quedó espacio para la ficción.
2. Cada actor/sector debe hacerse cargo de sus decisiones, y desde ese lugar interactuar con los demás.
En nuestra lechería, esto induce a terminar con los esquemas que por años nos entregaron malos resultados, y darnos una nueva organización y funcionamiento. Queda mucho por cambiar. Y cuanto antes, será mejor.