El Estado se queda con el 63% de la renta agrícola
Según el Índice FADA, el valor cayó dos puntos desde septiembre pasado debido al aumento del precio del maíz, el incremento del tipo de cambio y una baja de los insumos.
La participación del Estado en la renta agrícola descendió este mes, de acuerdo al índice elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA). El aumento del precio del maíz, el incremento del tipo de cambio y una baja de los insumos, fueron los causantes de la baja según FADA.
El índice FADA, que mide la participación del Estado en la renta agrícola, se ubicó en un 63% para el mes de diciembre de 2016, un par de puntos por debajo del 65,4% de septiembre pasado. Cabe recordar que un año atrás, este valor se encontraba en 66,3%. “La explicación de la baja se encuentra en un incremento del precio disponible del maíz en dólares del 7,6%, un aumento del tipo de cambio del 5% y una leve baja en pesos del costo de los insumos fitosanitarios, en torno al 5-10%.
Desagregando el índice, en el caso de la soja su precio se mantuvo estable en dólares, lo que combinado con el aumento del tipo de cambio y la baja de los insumos, hizo que la participación del Estado bajara del 70,2% al 68,9% en los últimos 3 meses”, explicaron desde la Fundación. Desde la entidad, consideran que todavía se mantiene en estos niveles por la permanencia de los derechos de exportación. “Si el Gobierno hubiese cumplido con la promesa de la reducción del 5%, este número estaría en 64,5%”, estimaron. De acuerdo a FADA, por otros impuestos, el Estado recupera de manera automática el 36% de la quita de derechos de exportación.
Para el maíz, la participación del Estado en la renta bajó del 45% al 41,3%, siendo el principal motivo un incremento del 10,2% en el precio FOB y del 7,6% del disponible.
En tanto, el trigo, mantendría una diferencia de 10 puntos entre el precio FAS y el disponible, casi la mitad al que existía en época de las restricciones a las exportaciones. El cereal “registra un precio internacional un 20% inferior al promedio del 2015, lo que está amortiguado por la eliminación de los derechos de exportación y de las restricciones, pero sigue generando un efecto negativo sobre la rentabilidad, que hace que la participación del Estado en la renta se encuentre en 81,6%”, detallaron desde FADA.
Por su parte, el girasol también salió beneficiado frente al contexto internacional y las políticas locales, con una participación del Estado sobre la renta del 48% y un precio que cayó respecto del último trimestre pero se mantiene estable con respecto al año anterior.
“A pesar de la importante caída de la participación del Estado en la renta agrícola en el promedio de los cuatro cultivos, los impuestos nacionales significaban en septiembre del año pasado $3077 por hectárea, mientras que en diciembre de este año significan $5293, un 72% de pesos más que van al Estado”, aclararon desde la Fundación. La diferencia en el aporte fiscal podría ser aún mayor debido a que parte de los derechos de exportación, en el maíz por ejemplo, en realidad iban a otras partes de la cadena, mientras que ahora van al Estado principalmente vía ganancias. “La mejora de la rentabilidad de la agricultura pampeana no sólo se ve en este aumento del aporte tributario, sino en el aumento de área del 20,3% en trigo, 18,5% en girasol y 5,1% en maíz (Agroindustria) y todavía se esperan mayores incrementos para maíz en la campaña que se está sembrando”, proyectaron.
Asimismo, la maquinaria agrícola registró aumentos en las ventas de cosechadoras del 52,8%, con valores promedio en torno a los 4,5 millones de pesos; de tractores del 65% con valores de 1 millón; de sembradoras del 148%, con un precio promedio de 2 millones; y de implementos del 41% con precios promedio de $600.000 (INDEC), según relevaron los técnicos de la entidad. Mientras que la venta de fertilizantes subió más del 50%.
“Los costos muestran un incremento 52% con respecto a septiembre de 2015, pero con respecto al trimestre anterior el aumento es de sólo el 0,9%, varias veces debajo de la inflación. Las razones son una estabilidad en el costo de las labores y transporte, estabilidad en el dólar, baja de los precios de algunos insumos importados, como consecuencia de una economía más abierta”, indicaron.
Para FADA, en la campaña gruesa 2016/17, la soja sigue mostrando una rentabilidad buena y estable. Y el maíz continúa mostrando buenos números, a pesar de que éstos se van diluyendo a medida que aumenta la distancia a los puertos. Por lo tanto, ya no hay excusas para hacer rotaciones y cuidar el suelo.
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