Las 4 cadenas de cultivos se desafían en encarar el desarrollo integral y federal de nuestro país
Se desarrolló este miércoles 30, en sede de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el encuentro anual de las cuatro cadenas de los principales cultivos del país, con la presencia del Ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, prensa especializada, productores, entre otros.
Allí fue David Huges, presidente de Argentrigo el vocero de las cadenas de Acsoja, Maizar y Asagir. Finalmente Buryaile dejo su mensaje a los presentes.
Empezamos la campaña 2016-2017, con el mejor de los ánimos. Las ventas de maquinaria agrícola crecieron en más de un 90%, la demanda de fitosanitarios se incrementó más del 60%, y hubo un aumento del 40% en la venta de fertilizantes, son muestra de que estamos respondiendo con todo lo que tenemos a nuestro alcance. Dios mediante, obtendremos una cosecha record, que permitirá la recuperación del Comercio y los Servicios en los pueblos y ciudades del interior, así como de las Industrias que directa o indirectamente están ligadas a nuestras cadenas de valor. Esto significa más trabajo, más empleo, más riqueza, más inversión, condiciones fundamentales para disminuir la pobreza de nuestro País.
De esta manera respondemos a las autoridades Nacionales los cambios que introdujeron en las políticas generales y sectoriales en el último año.
Por eso, ofrecemos a las autoridades la mejor disposición al diálogo y al trabajo conjunto,
– para recuperarnos como empresas y como cadenas de valor;
– para volver a los mercados mundiales con más calidad de productos y más valor agregado;
– para generar opciones de inversión atractivas –para inversores locales y extranjeros-, contribuyendo al cuidado del ambiente, al desarrollo de las energías limpias y a un modelo de sustentabilidad con crecimiento federal, que llegue a todos los rincones del país, ofreciendo trabajos de calidad a nuestra gente.
– para producir alimentos inocuos y nutritivos a los consumidores. La utilización de Buenas Prácticas Agrícolas es una tarea prioritaria en todos los eslabones de nuestras Cadenas y una manera de producir y procesar los productos agropecuarios, de modo que los procesos de siembra, cosecha y pos-cosecha de los cultivos cumplan con los requerimientos necesarios para una producción sostenible, sana, segura y amigable con el ambiente. Aunque digan que se viene en el mundo una ola de proteccionismo y nacionalismo, creemos que nuestro país debe seguir trabajando, por la reconquista de los mercados que supimos tener y hemos abandonado o desatendido y para buscar abrir nuevos destinos a nuestros productos.
La pelea por conseguir los mercados de mayor poder adquisitivo y los más exigentes en materia de calidad, debe ser dada en todos los frentes, desde nuestras embajadas y agregadurías agrícolas hasta las tranqueras de nuestros campos.
No será fácil transformarse en el supermercado del mundo. Tenemos que empezar a organizarnos para –por lo menos- ocupar las góndolas más rentables. Los productos argentinos tienen que estar “a la altura de la vista”, allí donde haya un consumidor ávido, con poder de compra.
Entendemos que debemos ser más competitivos, analizando nuestros costos internos, buscando mejorar a través de una mayor y mejor productividad e innovación.
Sin embargo, creemos que hay algunos temas que aún debemos mejorar como pais.
– El denominado costo argentino, impuestos, tasas y burocracia que nos colocan en desventaja frente a nuestros competidores en el mundo.
– Una modernización del estado que facilite los trámites.
– Inversión en infraestructura: caminos, Hidrovía, ferrocarriles y sistemas de comunicación. En este sentido, vemos con agrado la licitación del plan maestro del Rio Salado, y el proyecto del Plan Belgrano. Aguardamos entusiasmados por su pronta ejecución.
– Desarrollar una estrategia Nacional para captar volúmenes de cosecha de los países limítrofes para abastecer nuestra agroindustria
En lo que hace a nuestras cadenas de valor:
– Colaboraremos con las autoridades, con nuestro máximo de esfuerzo de trabajo e inversión, para el éxito de todos los integrantes de la red de las cadenas de valor, contribuyendo al aumento del empleo y la inversión, ayudando a una genuina reducción de la pobreza, que tanto nos aflige.
– Vemos la necesidad de trabajar juntos en la armonización, con nuestros clientes actuales y potenciales, de las normas vinculadas a la tolerancia para la presencia de residuos en granos y subproductos de la industria.
– Terminamos el año con una asignatura pendiente. Nuestro país necesita una nueva Ley de Semillas que aliente la inversión e innovación en germoplasma y biotecnología, Necesitamos de una regulación que contemple una presencia del Estado y sus organismos, entre ellos el INASE, con un fuerte control de las leyes y regulaciones. Debemos adecuarnos al nuevo mundo y fortalecer el sector científico y técnico argentino que tanto nos orgullece. Desde las Cadenas de Valor convocamos a hacer todos los esfuerzos posibles en la búsqueda de consensos para lograr tener una Ley de Semillas que nos permita ser cada vez más competitivos, utilizando las nuevas tecnologías habidas y por venir.
Finalmente, aunque entendemos la decisión oficial, en lo que hace al mantenimiento de los Derechos de Exportación para la soja y sus subproductos, no dejamos de puntualizar la necesidad de ir adecuándolos, ante eventuales cambios en los precios internacionales o ante una mejora en la situación fiscal del Tesoro Nacional. La soja es parte del sistema agrícola argentino y es necesaria para retomar el crecimiento en la superficie agrícola total disponible. Queremos lograr lo mejor, dentro de lo posible, sin sujetarnos estrictamente a lo que HOY es posible.
Después de muchos años, este brindis nos encuentra con ánimos de ser parte del crecimiento de nuestro país.
Este momento de balance positivo, es apenas la base para el salto productivo que los ciudadanos argentinos, en conjunto, debemos dar. Queda mucho por hacer y muchos cambios por decidir y ejecutar.
Esperamos que, en las próximas reuniones de balance, los resultados sigan siendo tan promisorios como lo son este año.
Agendemos, para diciembre de 2017, el segundo brindis de una larga cadena de genuina prosperidad.
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