La Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) se sumó al coro de voces relacionadas con la agroindustria que confían en que la gestión del presidente Mauricio Macri permitirá una recuperación de la economía y de los negocios.

Luego de que las cuatro cadenas de valor reflejaran un “cambio de ánimo positivo” y que una encuesta de Aacrea revelara que el 75 por ciento de los productores agropecuarios argentinos espera una mejora el próximo año, la Cafma realizó su almuerzo de fin de año donde su presidente, Marcelo Valfiorani, también habló de “expectativas positivas”.

El discurso de Valfiorani hizo foco inicialmente en recordar que 2015 termina como “el peor de los últimos 12 años” para el sector de la maquinaria agrícola, debido a un combo negativo conformada por la menor demanda interna sumada a la caída de las exportaciones que llevó a que “la capacidad ociosa en nuestras fábricas ha llegado al 50 por ciento o más, según los rubros que analicemos”.

“Sin embargo, gracias al esfuerzo de trabajadores, empresarios y comunidades locales, seguimos manteniendo nuestras fábricas en marcha, y hasta en los peores momentos seguimos apostando por incrementar la inversión, las mejoras tecnológicas, y por sobre todo, hemos sostenido las fuentes de ingreso de 40.000 familias”, destacó.

Para Valfiorani, este esfuerzo de las industrias “nos permite mirar el futuro con expectativas positivas, gracias a que nuestras capacidades no sólo están intactas, sino que siguieron incrementándose incluso en un contexto desfavorable”.

Y allí expresó su optimismo en cuanto al mediano plazo con el nuevo Gobierno. “Claramente, parte del nuevo encuadre macroeconómico que está anunciando el próximo gobierno está orientado a mejorar la rentabilidad agrícola y ganadera”, remarcó el directivo.

El impacto positivo que esperan desde Cafma parte en un primer lugar de que esperan que esta mayor rentabilidad de los productores se traduzca en una mejora de la demanda en el mercado interno. En segundo lugar, aguardan que el mejoramiento del tipo de cambio y la eliminación de retenciones a las exportaciones industriales, permitirá recuperar parte de la competitividad perdida para volver a trabajar en los mercados externos.

“La caída en los precios internacionales de los granos, que ha disminuido la rentabilidad agrícola, nos ha afectado tanto en el mercado interno como en los mercados externos frenando el crecimiento a nivel global y disminuyendo las oportunidades de negocios. Todo indica, que esta recuperación global va a ser lenta, por lo que mejorar la competitividad se vuelve fundamental para poder pelear los pocos negocios que aparecen en el mercado mundial”, analizó Valfiorani.

En ese sentido, planteó como apuesta sectorial para 2016 que los fabricantes, que cuentan con superávit de producción en relación a la demanda interna, “debemos hacer el esfuerzo por integrarnos, internacionalizar nuestras empresas y diversificar nuestra producción, mirando otros eslabones de la cadena agroindustrial, que es la que da valor agregado a los productos primarios que Argentina produce y cuyos equipos hoy se importan en gran parte”.