Campaña 25/26: Los ensayos del INTA anticipan rindes históricos
La campaña triguera 2024/2025 se perfila como una de las más productivas de las últimas décadas en el centro del país. Los ensayos que lleva adelante el INTA Marcos Juárez, en articulación con el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y las principales empresas semilleras, muestran rendimientos que podrían duplicar los promedios históricos.
«El año arrancó con una excelente recarga del perfil de suelo y las lluvias acompañaron durante todo el invierno», destacó Dionisio Gómez, profesional del INTA Marcos Juárez y responsable de la Red de Ensayos Comparativos de Variedades de Trigo. En julio se registraron 70 milímetros de lluvia y en agosto 170 milímetros, cifras inusuales para la región. «En mis 20 años en el INTA nunca vi una campaña con este nivel de desarrollo y sanidad en trigo», afirmó.
En la zona núcleo, los rendimientos habituales se ubican entre 4.000 y 5.000 kilos por hectárea, pero este año incluso en áreas más marginales, como el oeste de Bell Ville, los cultivos muestran un comportamiento excepcional. «Donde normalmente se logran 2.000 kilos por hectárea, hoy podrían alcanzar valores similares a los de las zonas más productivas», señaló Gómez.
Por su parte, Julio Pietrantonio, coordinador de la red de ensayos de las agencias de extensión del INTA Marcos Juárez, coincidió en que se trata de una campaña atípica. «Julio y agosto tuvieron precipitaciones récord. Como gran parte del rendimiento del trigo se define con la humedad inicial, las expectativas son muy buenas. Venimos con perfiles llenos y una expresión del cultivo que no se veía hace mucho», apuntó.

Ambos técnicos destacaron que el excelente desempeño del cultivo no se debe solo a las lluvias, sino también a los avances genéticos. «El mejoramiento del trigo argentino permitió aprovechar al máximo el agua disponible, mejorando el rendimiento y la sanidad», explicó Gómez.
Si bien la alta humedad del invierno generó condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades, los ensayos muestran baja incidencia de royas y manchas foliares. «Aparecieron temprano, pero no avanzaron lo suficiente como para afectar el rendimiento. En la mayoría de los casos no fue necesario aplicar fungicidas», detalló el especialista del INTA.
Pietrantonio agregó que el monitoreo sanitario fue clave para sostener la sanidad de los lotes. «Trabajamos con protocolos específicos del área de fitopatología del INTA. Detectamos algunas royas y se realizaron aplicaciones puntuales. Mantener las hojas sanas, sobre todo la bandera y las dos inferiores, es esencial para asegurar el llenado de grano», explicó.
Atención a la calidad del grano
El otro aspecto que preocupa a los investigadores es la calidad panadera. Con rindes que podrían duplicar los promedios históricos, advierten sobre una posible disminución del contenido de proteína si no se acompañó el ciclo con una fertilización adecuada.
«Cuando se dispara el rendimiento y falta nitrógeno, la proteína tiende a caer. Es importante que el productor lo tenga en cuenta para no comprometer la calidad comercial», advirtió Gómez. En el laboratorio del INTA Marcos Juárez, los ensayos miden rendimiento y calidad panadera para orientar las decisiones de manejo y elección de variedades.
Con una combinación de clima favorable, genética mejorada y control sanitario eficiente, el trigo argentino enfrenta una campaña excepcional. «El desafío ahora es sostener la calidad del grano para consolidar una campaña que, sin dudas, quedará en la historia», concluyó Pietrantonio.
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