El trigo de la región núcleo arranca octubre con un piso histórico de 40 qq/ha
Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, el trigo de la región núcleo atraviesa un momento histórico. El cereal que llega a la etapa crítica de espigazón con un piso de rendimiento estimado en 40 quintales por hectárea, un nivel nunca antes registrado en 18 años de seguimiento.
La base de este escenario se debe a que las lluvias acumuladas durante el invierno y septiembre generaron reservas hídricas óptimas en la mayor parte de la región. A diferencia de otras campañas, el cultivo llega con suficiente agua en el perfil para sostener la fase de espigazón y llenado de granos.
Según el relevamiento de GEA actualmente el 85% de los lotes se encuentran en condiciones excelentes a muy buenas, un 12% en buen estado y solo un 3% entre regular y malo. Comparado con campañas históricas como la 2017/18 y la 2021/22, este ciclo muestra un escenario aún más favorable, con mayores reservas hídricas y menos área comprometida.
En aquellas campañas, el trigo también había mostrado un buen arranque, pero con mayores limitantes. En 2017, apenas el 65% del área estaba en estado excelente a muy bueno, con un 10% comprometido por excesos de agua. En 2021, si bien el 80% se clasificaba en las mejores condiciones, la falta de lluvias comenzaba a reducir el potencial de rinde en parte de la superficie.
La campaña actual es diferente a las anteriores, con los lotes que muestran una homogeneidad poco común y una solidez productiva que entusiasma tanto a técnicos como a productores. La presencia de espigas embuchadas y hojas bandera en gran parte de la región anticipa un potencial de rendimiento elevado, siempre que se mantengan las condiciones ambientales.

En localidades como Bigand, los técnicos proyectan rindes de entre 50 y 65 qq/ha, mientras que en María Susana estiman techos de hasta 80 qq/ha. En Marcos Juárez, los promedios superarían los 45 qq/ha, con lotes que podrían alcanzar los 70. En Carlos Pellegrini, la expectativa mínima es de 40 a 50 qq/ha, incluso si la cosecha se realizara hoy.
A pesar de la buena noticia, hay desafíos
El trigo enfrenta desafíos sanitarios que podrían condicionar el desenlace de la campaña. La roya y mancha amarilla se mantienen activas en varias zonas, obligando a realizar aplicaciones preventivas y curativas. También se registran rodeos de amarillamiento por lavado de nitrógeno en lotes con baja fertilización.
Otro factor de presión es el avance de plagas, en particular el complejo de chinches, que muestra una presencia inusual en localidades como Bigand. Aunque aún no genera daños generalizados, los técnicos advierten que su evolución debe ser monitoreada con atención.
El exceso de agua en sectores del noroeste bonaerense también genera dificultades, ya que en zonas como Junín, Lincoln, Los Toldos y 9 de Julio, los anegamientos provocaron pérdidas de hasta el 50% de la superficie en algunos cuadros. Los lotes que permanecen implantados siguen bajo observación por el efecto de las napas altas sobre el rendimiento.
La amenaza de la fusariosis es otro riesgo latente en las etapas reproductivas, aunque las lluvias recientes fueron más moderadas, las condiciones de alta humedad en el ambiente podrían favorecer el avance de la enfermedad. No obstante, la rápida evapotranspiración tras las precipitaciones y las aplicaciones preventivas de fungicidas ayudan a reducir el peligro.
En este contexto, los productores intensificaron las inversiones en manejo sanitario. En varias zonas se planifica la segunda aplicación de fungicidas, con la intención de sostener la sanidad de las espigas y evitar pérdidas de calidad en la etapa de llenado de grano.
El protagonismo del clima
Septiembre cerró con lluvias por encima de la media histórica, con registros de 45 a 100 milímetros en la región núcleo y un promedio de 61 mm en las estaciones de la red GEA. Estos acumulados, aunque elevados, no alcanzaron los niveles extremos de agosto, lo que permitió mantener bajo control la saturación de suelos.
La combinación de reservas hídricas, homogeneidad de los lotes y expectativas de rindes altos genera un clima de entusiasmo en la región núcleo. Sin embargo, los técnicos insisten en que la campaña de trigo es «una carrera contra obstáculos» en la que cada semana puede modificar las proyecciones.
El trigo de la actual campaña tiene todo para marcar un récord histórico en la región núcleo. Pero la verdadera dificultad será sostener la sanidad, superar los riesgos climáticos y llegar a la cosecha sin grandes contratiempos, sobre todo en la última etapa.
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