Mientras el Gobierno mantiene el silencio, la Aduana empezó una investigación interna por las valijas de Miami
El Gobierno decidió mantenerse en silencio de manera pública ante las imágenes de las valijas que transportó un jet privado de Leonardo Scatturice, dueño de Flybondi e intermediario entre Javier Milei y Donald Trump, y que no fueron controladas por la Aduana. Las fotos fueron publicadas este domingo por TN.
En Casa Rosada se enfocaron en los anuncios de Federico Sturzenegger y evitaron pronunciarse en público sobre el avión.
Para el oficialismo, el conflicto debe ser resuelto por la Justicia. Sin embargo, el dictamen que publicó el Ministerio Público Fiscal contradice las versiones de Manuel Adorni -que realizó cuando se dio a conocer el vuelo- y del organismo gubernamental de control.
“Esta persona se sometió a todos los controles de Aduana, sin detectarse nada extraño, siguiendo los protocolos y cumpliendo con la normativa”, había asegurado el vocero presidencial hace unos meses, en conferencia de prensa. Hizo referencia a la pasajera del vuelo, Laura Belén Arrieta, que participó de la organización de la CPAC Argentina y es empleada de una de las empresas de Scatturice.
Un comunicado oficial de la Aduana también desmintió este lunes la falta de control que sostiene el Ministerio Público Fiscal. “En relación con la polémica generada por la difusión periodística de un rumor que tiene como finalidad involucrar a la Aduana con una supuesta irregularidad ocurrida en el marco de un vuelo proveniente de los Estados Unidos el pasado 25 de febrero, la Autoridad Aduanera informa que tanto a la aeronave como a la tripulación y a la pasajera en cuestión se les realizaron los controles de rutina, conforme a la normativa aeronáutica vigente, sin detectarse ninguna irregularidad o novedad en el proceso”, aclararon.

Laura Belén Arrieta, la pasajera del avión de Royal Class. (Foto: Instagram Laura Belén Arrieta / @lima.bravo.alfa)
Y agregaron: “Ante las versiones periodísticas que sugieren la posibilidad de fallas en el control aduanero, las autoridades competentes han iniciado un sumario interno con el objetivo de investigar los hechos. Si el resultado de la investigación confirmase cualquier irregularidad, el personal responsable será desafectado”.
La lista de irregularidades que encontró la Justicia
El vuelo de Royal Class ingresó al país el 25 de febrero, y se fue el 5 de marzo. Pero habría presentado varias irregularidades, según los fiscales.
En el dictamen se manifestó que los pasajeros del jet privado no pasaron por los controles de equipaje, y solo declararon cinco de las 10 valijas que trajeron a la Argentina. Tampoco hubo registros de control continuo del avión mientras estuvo en el hangar de Aeroparque.
Asimismo, se encontraron inconsistencias en los registros migratorios de tripulantes y pasajeros en el vuelo de entrada y salida. Se decía que venía de Fort Lauderdale (KFLL), pero en realidad partió de Opa-locka (KOPF). Lo mismo ocurre el 5 de marzo: mientras que el registro oficial de Migraciones indica que se dirigió con destino a Fort Lauderdale, Estados Unidos, en realidad el vuelo fue a París, con escala previa en el Aeropuerto de Tenerife Sur, en las Islas Canarias, España.
Otra de las fallas encontradas se basa en que en ANAC no registró al avión.
Fuente e imagen: TN
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