La comisión de Transporte avaló hoy el proyecto de ley que modifica el artículo 48 de la Ley 24.44 de Tránsito, cuyo objetivo es prohibir, a nivel nacional, la posibilidad de que las personas conduzcan después de haber ingerido bebidas alcohólicas. El despacho tuvo dictamen de mayoría y otro de minoría, el cual busca mantener el 0,5 gramos de alcohol en sangre con un incremento de las penas.

Al comienzo, el diputado Ramiro Gutiérrez (FdT), autor de uno de los dieciséis proyectos que se pusieron a la vista, remarcó que “llega al parlamento un tema relevante para la seguridad en el tránsito y la vida cotidiana, porque salva vidas”. “Estamos legislando algo que ya se hizo y lo estamos ampliando para la totalidad del tránsito argentino”, añadió al tiempo que instó a “eliminarlo del volante de los argentinos”.En la misma línea, Eugenia Alianiello (FdT) señaló que “estamos para generar legislaciones que modifiquen la realidad de los argentinos”. Al respectó, aclaró que “no es una ley seca, ni para prohibir, sino que tengamos conciencia, empatía y responsabilidad de que nadie maneje luego de haber consumido alcohol”.Luego, Jimena Latorre (UCR) afirmó que “el objeto y el fin de la norma es la reducción de la siniestralidad”. “Nuestra responsabilidad es que la herramienta legislativa eficiente que demos sea adecuada para lograr ese fin”, expresó. En ese sentido, solicitó además implementar “un régimen sancionatorio firme y una gestión eficiente”.

Florencio Randazzo (Identidad Bonaerense) subrayó que “acá hay que proteger y defender la vida por encima de cualquier interés”. Asimismo, María Luján Rey (PRO) manifestó que “no es en contra de nadie, sino a favor de la vida de todos”. Al respecto, sentenció: “Y porqué es necesario que sea cero, para que el mensaje sea claro”.Para finalizar, Pablo Carignano, director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), resaltó que “es el paso necesario que tenemos que dar, para que Argentina disocie definitivamente el alcohol de la conducción”.