El campo trae reservas: US$6.000 millones hasta fin de enero
Los cálculos genéricos que llegan desde el campo al Banco Central para calcular reservas hasta que se llegue a un arreglo con el FMI indican que, entre diciembre y febrero, ingresarían U$S 6.000 millones, entre liquidaciones de trigo, maíz, cebada. aceite de soja, harina de soja.
Se estaban haciendo desear, porque venía de un paréntesis en la liquidación de divisas, ya que la más fuerte terminó con la soja, en agosto.
El titular del BCRA, Miguel Pesce, las extrañó a tal punto que redobló cepos en forma creciente para impedir importaciones, en plena etapa electoral, cuando el desabastecimiento de bienes importados se hizo sentir en la actividad económica, que hasta pasada la mitad del año venía bien con los indicadores.
El total de estos dólares de las ventas externas de trigo se cuentan entre diciembre y enero, según los cálculos más optimistas, con el refuerzo que significará la mejora de 3 millones de toneladas adicionales, equivalentes a unos US$1000 millones.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta 19,8 MTn de producción para el final de esta campaña en todo el territorio argentino.
Hubo un plus de 150.000 Tn más de trigo en la región núcleo por los buenos rindes cosechados.
La otra particularidad de esta cosecha es que también por las exportaciones de maíz y cebada el precio internacional que percibirán los productores superará sus expectativas, gracias a que están muy demandados, lo que de algún modo incentiva la liquidación inmediata.
Celebraron, en todo caso, que el precio del trigo haya subido 15% en la plaza internacional.
La gran sorpresa la dio la cebada, cuya cotización externa creció 38% y emparejó con el trigo.
Inclusive, el spread de los precios de exportación de la cebada cervecera sobre la forrajera en 2021 es el más bajo en los últimos 30 años.
En la campaña 2021/22 se sembrarían 1,34 millones de hectáreas con el insumo cervecero, según datos de MAGyP, un incremento del 8% en relación con la campaña pasada.
La particularidad es que la demanda interna absorbe muy poco de ese volumen, por lo cual es casi enteramente exportable.
Otra ventaja que tuvo este año la cebada es que en la campaña 2021/22 China estaría importando 10 Mt, récord absoluto.
Y que la disputa comercial con su principal proveedor, Australia, implica una oportunidad histórica para nuestro país de abastecer ese mercado.
En los principales mercados concentradores se está pagando la cebada forrajera a cosecha en paridad o con prima sobre el trigo de exportación, toda una peculiaridad.
Se espera un gran salto exportador, con un crecimiento del 20% en la campaña, hasta 3,5 millones de toneladas.
Se llevan declaradas 745.000 t, un 370% por encima de la campaña previa.
El campo tuvo en la campaña 2021-22 un inesperado proveedor de reservas: la cebada.
Sin demoras en liquidar
En el sector agrícola se descarta que haya algún tipo de demora en entregar cosecha por la expectativa de que haya una eventual devaluación.
Todos miran para el lado de COFCO Internacional Argentina (ex Nidera), ADN, Cargill, Bunge y LDC, para ver si liq uidan, pero la aclaración es siempre la misma: las traders no pueden vender la mercadería que no les entregan los productores.
«Los chacareros no realizan especulaciones financieras, curados de espanto que están desde 2001 cuando los bancos, según concluyeron, se quedaron con el fruto de su trabajo», razona una fuente calificada del sector.
El tipo de cambio real que calculan está vinculado al destino que les dan a los pesos que reciben: compras de fertilizantes, renovación de maquinaria y hasta el cambio de la camioneta por una 0.
Es una buena noticia, dentro de todo, para las arcas de la entidad, pendiente como está de la inyección agroalimenticia, ya que entre las ventas para intervenir en el mercado cambiario y los vencimientos con el FMI, conciliados con los DEG entregados por la institución, dejaron muy poco margen de efectivo.
Recién para después de febrero, empezará a hacerse notar en el balance exportador la presencia de la harin a soja, el primer rubro argentino en facturación, y los industrializados de soja, con despachos de 1400 toneladas.
Es probable que para ese momento las discusiones técnicas entre el equipo económico y el staff del Fondo estén encauzadas, ya alejado el fantasma del incumplimiento en los pagos y, en todo caso, despejada, por sí o por no, la incógnita de una devaluación.
Precisamente serían las reservas un factor desencadenante y la brecha cambiaria termina siendo causa y efecto, a la vez, de la inestabilidad.
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