Responsabilizan a punteros y a la comunicación del gobierno por falta de mano de obra
o señaló el Director Ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo
Ante la dificultad para contratar trabajadores, manifestada por los productores rurales de frutas y verduras del país, el Presidente Alberto Fernández firmó en agosto el DNU 514/21 que habilitó a los beneficiarios de planes sociales a sumar un trabajo en blanco sin perder la ayuda del Estado. Sin embargo, hasta ahora la medida no hizo efecto y se siguen perdiendo cosechas.
Al respecto, el Director Ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo, señaló que las causas de que la iniciativa no haya funcionado, fueron la falta de comunicación por parte del Gobierno y las amenazas de los punteros a los trabajadores golondrinas.
En diálogo con Ser Industria Radio , el directivo afirmó que al no levantarse las cosechas en tiempo y forma se pierde entre un 20 y un 25% de la producción. Esto genera un impacto directo en el mercado interno porque la menor producción hace que el consumidor pague un precio más alto en góndola. Pero también tiene consecuencias en el externo, ya que deriva en que se adquieran productos de otros países, que en muchos casos son competidores directos de Argentina.
¿El DNU no alcanzó para resolver el problema de la falta de mano de obra?
Nuestros productores PyMEs están tratando de conseguir trabajadores golondrinas para levantar sus cosechas. Hoy estamos con los arándanos, va a comenzar la de la cereza, estamos terminando la del té, finalizó la de yerba mate y también estamos terminando la de las citrícolas tanto dulces como de limón. Lamentablemente cuando los productores salieron a buscar cosechadores, pueblo a pueblo, no encontraron mano de obra disponible. Cuando salió el DNU estábamos a un mes de las PASO, en plena campaña de medio término y quien tiene un plan social, alguna vez algún puntero político se lo ha dado, cuando fueron a expresar si podían ir a trabajar a los campos, los mismos punteros políticos les dijeron «vos estás para el corte de ruta, para acompañarnos en los actos». Está claro cómo influye ésto y que el plan social se cobra todos los meses, mientras que el trabajo golondrina muchas veces es de dos hasta seis meses. Esto sucede en desmedro de ese trabajador golondrina muy vulnerable en el sistema económico, que podría haber duplicado sus ingresos con el plan más el trabajo en blanco. Este no es un problema de una región, de una producción, de una provincia, sino una problemática a nivel nacional.
Esta presión de los punteros hacia los posibles trabajadores. ¿La conocen los funcionarios del gobierno?
Nuestros productores constantemente hacen asambleas, se reúnen con los funcionarios provinciales y les hicieron saber esto, pero lamentablemente no hay reacción. Me parece que es un problema de comunicación. Los trabajadores golondrinas generalmente escuchan las radios locales, al gremio del lugar, pero me parece que ahí es donde falló. Hubiera sido bueno para el trabajador que mejoraba sus beneficios, para el productor porque le permitía aumentar su rentabilidad levantando la cosecha en tiempo y en forma. Como eso no sucedió, se perdió mucha fruta. Hay fincas donde no se pudo levantar y veremos ahora como vienen las próximas cosechas que son de cerezas en Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Estos pendientes de esas zonas. Ojalá que esto se revierta.
¿Cuántos trabajadores golondrinas se podrían haber trabajado en las cosechas?
Cuando salió el Decreto 514, el gobierno habló de 250 mil familias. Las familias están compuestas por el matrimonio y algún hijo mayor de 16 años que podría integrarse al trabajo. Desde CAME y del Censo de Agropecuario Nacional, el dato que manejamos es que se trata de más de 600 mil trabajadores golondrinas.
Es difícil entender esto en un país con tanta desocupación…
Me parece que el gobierno se olvidó de una parte importante, que es dar publicidad de este beneficio para los trabajadores. Se olvidó de hacer un trabajo en territorio, con las municipalidades y las provincias que también hicieron oídos sordos porque lo que más les preocupaba era cuántos diputados entraban en las elecciones legislativas.
¿Cuánto dinero gana un cosechero?
Depende de la actividad, pero más o menos por jornal son 4500 pesos, un número más que interesante. Hoy una familia de tres integrantes está cobrando por planes sociales alrededor de 70 mil pesos. Si multiplicas por 22 días los 4500 pesos, duplicaría sus ingresos.
Debe ser una tarea contener a quienes trabajan en blanco, que no se desalienten y quieran pasarse a los planes sociales…
Ese es un poco el tema. Las personas en Argentina tienen que definir qué es lo que quieren hacer, si trabajar en una economía formal donde solamente estamos el 48% de trabajadores y los empresarios o estar en el otro 52%.
¿Son importantes las pérdidas?
Se pierde mucho, entre un 20 y 25% por no levantarla en tiempo y en forma. Eso ya nos pasó en el tabaco en Salta, Jujuy. También tuvieron falta de mano de obra, por lo mismo que estamos hablando. Además, quien lo hace lo quiere hacer en negro porque el gobierno no comunicó bien que los trabajadores, mientras trabajan en blanco en la cosecha, perciben todos los meses el beneficio de los planes.
¿Éstas pérdidas harán que para la campaña que viene los productores tengan menos recursos para invertir?
No sólo eso por la pérdida de calidad de productividad y volumen, sino también por lo que hace a la rentabilidad. Es decir, a menor rentabilidad, menores inversiones va a poder hacer. Por ende, también va a tener menos producción para la exportación, menor entrada de divisas… La cereza es un producto, como el arándano, prácticamente se exporta en su totalidad y ahí tenemos un problema.
¿Podrían caerse los mercados que nos compran?
No diría esa magnitud, pero lo que sí sabemos es que hay menor volumen para la exportación. Eso hace que año a año nuestros compradores busquen otros mercados, ya sea como en el del arándano donde ganan posiciones Perú, Chile, competidores directos de la Argentina.
¿La menor producción puede incidir en el precio al consumidor en el mercado interno?
Sí, porque en el mercado interno hay varios factores. Tenemos una caída de poder adquisitivo por parte de los consumidores y por otro lado costos cada vez más elevados de fletes, logística, intermediación… Es un popurrí de cosas que hacen que tengamos productos como con el último Índice de Precios Consumidor con un incremento del 3,5% donde tanto la fruta como la verdura han tenido una alta incidencia. Tenemos un incremento del 8% en el mercado minorista. Es decir que en las verdulerías y el hipermercado es del 8,9%. No hay transparencia, hay incertidumbre. Esto es un problema importante en el sector agropecuario PyME, para el productor que necesita reglas de juego claras. Por otro lado, nosotros en las Economías Regionales, desde CAME pedimos que el sector tenga su propia Secretaría a nivel nacional para dar respuesta a estas cosas, que muchas veces no se hablan en el país y hacen al día a día de lo que es la Argentina profunda y que pueden ser resueltas con tener una simple secretaria que pueda atender todos estos problemas. La respuesta del Gobierno nacional a este tema de difusión no ha sido abordada y si se hubiese tenido una Secretaría encargada de hacerlo, hubiese beneficiado a un sector vulnerable como es el trabajador golondrina, al productor PyME y al Estado, que hubiese recaudado más.
¿El Plan Empalme fue útil?
El Plan Empalme no funcionó. Por eso justamente hicimos un proyecto de ley para compatibilizar planes. En el Empalme, cuando conseguía un trabajo golondrina, la persona no cobraba el plan social y después cuando dejaba el trabajo lo volvían a insertar dentro del sistema de los planes sociales. Eso lamentablemente no funcionó porque tenía atrasos de dos, tres meses, ANSES lo reconoció. Para trabajadores muy vulnerables, como los golondrinas, no tener la entrada de ese ingreso por dos o tres meses es un problema muy grande. Ante esto, desde CAME dimos una respuesta a través de la modificación de la ley para que puedan cobrar los planes más el sueldo por el trabajo registrado. Se suma una cosa con la otra, no es que se suspende por un periodo determinado.
Si con el DNU no alcanzó para resolver este tema, ¿qué expectativa queda para las próximas cosechas?
Espero que el Gobierno reaccione y que hagamos una discusión como corresponde, que el gremio haga su parte también, para que podamos tener disponibilidad de trabajadores. Esta es una problemática que castiga a todos los argentinos, porque a la larga nosotros como consumidores vamos a tener que pagar mayores precios por falta de producto en góndola.
Fuente: Chacra
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