Trigo: la superficie crecerá un 18%
Se estiman se siembran 4,3 millones de hectáreas, lejos aun de las 6,5 millones que se sembraron en la campaña 2006/2007
Durante la celebración del 160º aniversario de la Bolsa porteña, su presidente, Ricardo Marra reclamó un esquema de reducción paulatina de todos los derechos de exportación ante la presencia imperturbable del ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela, quien destacó que somos los primeros exportadores de peras que no son un commodity granario. Los únicos dos oradores del acto tuvieron posiciones contrapuestas porque mientras la reducción de retenciones y de los niveles de intervención del Estado son un inconveniente para la visión de Marra y de buena parte de
los asistentes, Casamiquela revalorizó el papel del Estado por encima del mercado. Marra enfatizó que la tasa de presión fiscal de la agroindustria presenta altos niveles en términos históricos y en comparación con otros sectores de la economía. Esta situación restringe la competitividad del sector y retrasa muchas inversiones necesarias.
A su turno, el ministro afirmó que «para ser justos, los que más tienen deben ser los que más aportan» y luego lanzó la frase que causó impacto: «Creo en el mercado, pero principalmente creo en el Estado como articulador social, económico y político de una nación». Además manifestó que este país no es igual que el de hace diez años atrás y justamente horas antes el economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, Ernesto Ambrosetti, demostró que eso
era verdad, pero en otro sentido. «Nos ubicamos por debajo de nuestros vecinos, cuando diez años atrás estábamos por delante de Brasil, Uruguay y Paraguay», dijo. Señaló que «de 2007 a 2013, es decir, durante el mandato de Cristina de Kirchner, el maíz en la Argentina creció un 7%, pero en el mismo período, Brasil creció el 23%; en Paraguay, un 35% y en Uruguay, el 19%». En cuanto a la cosecha de trigo, en la Argentina cayó el 38%, mientras que Brasil
incrementó su producción en un 39% y Uruguay aumentó el 106%, en parte por la cantidad de productores argentinos que fueron a invertir a ese país en busca de estabilidad y reglas claras. Paraguay, como la Argentina, también bajó su producción de trigo en 25%. «En soja, la Argentina creció el 16%, pero no tanto como los países de la región: Brasil, un 43%; Paraguay, el 36% y
Uruguay, un 311%», comentó Ambrosetti. Mientras que en carne, el país dejó de ser el tercer exportador mundial, y se ubicó en el 12º lugar: «Nos pasó un país como Bielorrusia, que entra 13.3 veces en la Argentina», agregó el especialista de la SRA.
En tanto, Casamiquela confesó que el Gobierno no encuentra todavía
respuesta a que el sistema CePaGa de devolución de retenciones a
productores de trigo haya tenido como resultado sólo la inscripción el año pasado de un tercio de los agricultores. No obstante, en esta campaña se planea repetir el esquema y habrá que ver si los productores trigueros confían en un trámite que se gestó en las entrañas del Gobierno y que paga poco, sólo 20 mil pesos para ayudar en la siembra del trigo. Al respecto, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, CRA, Rubén Ferrero manifestó que «escuchar al ministro de Agricultura te deja aún con más preocupaciones que antes. Que Casamiquela diga que el problema del trigo pasa solamente porque se anotaron 10 mil productores en vez de 30 mil en el CePaGa, que no sirve para nada y llega a cuenta gotas, te deja con la sensación de que estamos mucho peor de lo que pensábamos».
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