Nota de opinión
Las políticas publicas limitan el ingreso de divisas al país y la recaudación impositiva
La caída del área sembrada con maíz que se prevé se traducirá en una menor generación de divisas para el país y en una disminución de la recaudación impositiva.
La concreción de tales objetivos es una tarea que requiere de un Estado que actúe como motor de las iniciativas privadas, con políticas que incentiven la producción. Paradójicamente, al contexto externo desfavorable para el cultivo de maíz se le agregan políticas públicas que generan un fuerte desaliento a la producción. Esto se traducirá en un menor ingreso de las divisas que el país tanto demanda y en una disminución de la recaudación impositiva.
Es imperioso eliminar todas las trabas a la comercialización y los gravámenes a las exportaciones de maíz. También es necesario delinear mecanismos de financiamiento a tasas accesibles para productores y empresas. En el mediano plazo es fundamental trabajar sobre el transporte y la logística del cultivo con el objetivo de disminuir los costos internos y promover el maíz en zonas marginales. Las bondades de estas políticas tendrán efectos positivos para la creación de valor en la cadena productiva, beneficiando a todos los eslabones y a la sociedad en su conjunto.
Consensos de MAIZAR:
• Mercados transparentes sin cuotificación o cierres de exportaciones para el maíz y los productos de su cadena.
• Eliminación de los derechos de exportación a todos los productos de la cadena.
• Promoción de los cultivos a partir de leyes que permitan la desgravación de insumos clave.
• Promoción de la Biotecnología.
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