En el fondo del vaso…
Un artículo del sitio dairylando.com detalla y analiza cómo se distribuye dentro de la cadena láctea el valor percibido por el producto que abona el consumidor. En la presente nota observamos la distribución del Valor del Equivalente litro de leche fluida, donde el alimento solo representa el 22,4% del precio pagado por el consumidor. Debemos aclarar el concepto del Valor Equivalente, pues éste considera el valor de subproductos generados por la elaboración y estandarización del mismo como es el excedente de crema y manteca.
El trabajo de IAPUCo sólo incluye los impuestos netos del consumo, dejando afuera los de cada actividad en particular, y los costos industriales incluyen la recolección. Se desprende de la infografía la desigualdad en el reparto de ingresos por ejemplo el Estado percibe casi lo mismo que el productor. Este producto insumió, según datos del Minagri, 113 millones de litros en mayo 2018 representando alrededor del 15% de la producción total de leche de ese mes. La leche fluida es el lácteo con menor participación por parte del productor comparándolo con quesos (37,6%) y leche en polvo (46,7%).
En ese marco la Sociedad Rural de Junín, sumo a esta situación una comunicación en la que grafica la situación diciendo que “Las vacas comen dólares y producen en pesos”. Esta frase resume el presente de la actividad lechera en nuestro país.
El costo de alimentación, sumado a costos de la energía y a la alta carga impositiva, hace inviable esta actividad productiva, apunta la entidad juninense.
El productor lechero necesita, además de precio -sostiene la entidad ruralista local- una legislación urgente de la clase política para estar en el mismo plano de igualdad con la industria, para comercializar la leche -su producto primario- y dejar de ser suministrador y/o abastecedor.
El Estado sigue ausente, mira para un costado y deja que sea el mercado el único que regule el negocio. Esta política, que no se diferencia de gobiernos anteriores, provoca quebrantos y cierres sistemáticos de tambos.
Deja un comentario