Las perspectivas mundiales del mercado ganadero son interesantes. El mundo ha pasado por una readecuación de valores en función de la apreciación del dólar referente a otras monedas. Lo cual ha hecho que los valores de las cotizaciones de todos los commodities, incluido la carne, hayan bajado los precios.

La carne se comporta distinto que los commodities como la soja o maíz. Estos últimos tiempos ha tenido un reacomodamiento de precios y la demanda está muy sostenida por el mercado asiático.

Esto nos da buenas perspectivas de negocios. China pasó de prácticamente no comprarle nada a ser el principal comprador en volumen de las exportaciones argentinas. Cada vez se habilitan más plantas y hay más participación, lo cual es muy bueno.

De alguna manera la moneda China no se ha despreciado con respecto al Dólar, como sí se ha despreciado el Euro y eso mantiene perspectivas de negocios interesantes.

El problema lo tenemos nosotros acá en virtud de que es lo que vamos hacer y cómo vamos a resolver nuestra ecuación con respecto a la producción de mercado interno y lo que se va a dejar exportar.

Estamos tratando de ver que es lo que va a pasar en el futuro con el recambio político y las nuevas autoridades que tendremos. Todo el mundo piensa que un nuevo Gobierno, sea del partido que sea, va a necesitar divisas genuinas y va a tener que estar pensando en exportar. La industria frigorífica o las cadenas de ganados y carnes pueden dar tres mil o cuatro mil millones de dólares más, en concepto de exportación, de lo que estamos dando.

Creo que por ahí pasa el desafío. Argentina tiene la necesidad de crecer y de salir del estancamiento. Permanecer en este lugar nos va a llevar a que no haya más carne. Entonces, estamos ungidos a crecer.

Argentina está participando en Chile de una manera bastante interesante. Chile es hoy uno de los principales mercados de la carne argentina. Evidentemente el retraso del tipo cambiario saca de competencia a toda la economía de nuestro país.

Es decir, todo nuestro país, no solo la carne, ha tenido una merma de competitividad muy grande. Este es uno de los puntos que habrá que resolver. No sé si va haber una devaluación o no. Cuando hablamos con los especialistas dicen que una devaluación traería una disminución del salario real y sería peor el remedio que la enfermedad.

Pero hablando del tipo de cambio que llega al productor, hay muchas medidas que se pueden hacer. Se puede hablar de retenciones y de un montón de mecanismos que hacen que el productor pueda mejorar su ecuación.

La posición del Mercosur es interesante. Hoy se vuelve abrir una vieja negociación que empezó en el año 2004, que es la negociación Unión Europea-Mercosur. Estamos hablando de trecientas mil toneladas de carne libre de aranceles. Eso es para todo el Mercosur. Los cuatro principales países que lo conforman (Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay) tenemos trecientas millones de cabezas, es el rodeo más grande del mundo y está llamado a ser el proveedor de carne vacuna del mundo.

O sea, este es un tema importante. Si nosotros pasáramos a tener una cuota de setenta u ochenta toneladas libre de aranceles a la Unión Europea, sería algo muy positivo.

Por Ing. Dardo Chiesa /Productor agropecuario
Consejero IPCVA
Ex presidente CARBAP
Ex presidente CRA
Ex presidente IPCVA