Miles de hectáreas productivas bajo el agua, que afecta a varias provincias
Un informe de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expone la grandes dificultades que viven provincias como Buenos Aires, Santa Fe, la Pampa, Corrientes y Córdoba.
Al igual que en el 2016 cuando apenas comenzaba la cosecha gruesa, la naturaleza volvió a hacer estragos. Las precipitaciones de los primeros días de abril de 2017 se centraron con mayor intensidad sobre las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Aquí se centra la mayor superficie afectada, aunque hubo episodios muy severos en varias provincias como Tucumán y Chubut, y recientemente en la provincia de Corrientes. Los resultados son grandes pérdidas, no solo al sector agropecuario, sino también en zonas urbanas y pobladas.
A la fecha hay tres focos o zonas afectadas por inundaciones según un informe de la Comisión de Emergencia de CRA: la zona centro oeste de Corrientes, la zona norte de Santa Fe y la zona donde se unen geográficamente las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. Esta última es la zona, en cuanto a territorio, es la más grande y más afectada del país con problemas que se vienen arrastrando desde el 2016.
El sector de la Argentina afectado gravemente por las inundaciones, y desde hace mucho tiempo, es la zona de General Villegas en la provincia de Buenos Aires, y las zonas lindantes de las provincias de Santa Fe, sur de Córdoba y La Pampa, como así también varios partidos más de la provincia de Buenos Aires, como el de Junín. En esta provincia hay unos 6 millones de hectareas afectadas, de las cuales hay aproximadamente 1.500.000 has están gravemente impactadas. Como es lógico en estos casos la mayoría presentan perdidas irrecuperables de los cultivos que tenían.
El nivel actual de las aguas, no solo tiene en vilo a varios cascos urbanos, sino también va a afectar las futuras siembras de trigo que están comenzando o al menos intentándolo.
En la zona de La Pampa, también, precipitaciones extremas inundaron gran parte de la provincia, afectando más de un millón de has, dándose una situación similar a la de la provincia de Buenos Aires.
El escenario común en todas las áreas afectadas es la falta de caminos rurales y rutas cortadas por el agua. Efectos de las inundaciones que podrían ser mitigados si el Estado hubiera construido las obras hidráulicas necesarias.
En las zonas de Corrientes y Santa Fe, si bien poseen una red de drenajes, ríos, arroyos, etc., las precipitaciones fueron tan importantes que hicieron que estos se desbordaran inundando los campos aledaños, provocando grandes pérdidas por mortandad de animales y en infraestructura. Se calculan en mucho más de 50.000 las cabezas de ganado pérdidas.
En la provincia de Corrientes la cantidad de agua terminó de desmejorar el estado de los caminos rurales. Hay campos que han perdido hasta el 80% de la superficie. La zona centro oeste de la provincia es de las más complicadas, el panorama es malo y los pronósticos de tiempo no son alentadores. Todas estas provincias han emitido varios decretos declarando la Emergencia Agropecuaria provincial, desde el Estado Nacional se han acompañado esos decretos para que los productores puedan obtener los beneficios de la Ley Nacional N° 26.509, de Emergencia Agropecuaria.
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