Informe Caprolecoba: El tambo se reparte entre luces y sombras
Cuando ya se caían las esperanzas de salvar, aunque sea los cultivos de segunda, llegaron las lluvias al oeste de Bs. As. el 20/01, con registros de 35-80 mm y acumulados entre 70-120 mm en aquellos lugares en los que se había recibido ya algo de agua en la semana previa. Esto “cortó” la sequía y dejó buena humedad en la capa superficial de los suelos. La recarga de los perfiles (abajo) llevará más tiempo.
El pronóstico del SMN para ENE-FEB-MAR en la cuenca oeste prevé precipitaciones normales y temperaturas superiores a lo normal.
Con 11.557 millones de litros la producción de leche de 2022 se mantuvo estable respecto de la 2021 (11.553 mill de litros), a pesar de todas las adversidades que enfrentó. Las últimas lluvias y próxima salida de la Niña no significan que se haya superado la sequía, cuyas consecuencias todavía se irán viendo en los próximos meses. Se han degradado las pasturas, sólo siguen las alfalfas. No se sembró/se perdió gran parte de los maíces de 1ra y la esperanza se concentra ahora en los de 2da y la siembra de verdeos de invierno.
Enero lechero: ¿hay más producción y menos ventas que las esperadas?
La sequía y los altos costos han tendido a frenar la producción y las intervenciones del gobierno en el comercio redujeron ingresos a la cadena y sobre todo a los tambos (que, en desventaja, pugnan para sostener el volumen y elevar su facturación). La inflación, a su vez, redujo el poder adquisitivo de la gente y así, las ventas en el inicio de año estuvieron bastante apaciguadas. Es decir: habría en enero algo más de leche y algo menos de ventas que lo esperado, pero con precios a la suba, ya que la industria deberá “cubrirse” frente a un año que será muy complicado para los productores.
La Cadena y su marco institucional: Luces y sombras del “Impulso Tambero”
Apoyamos la compensación que buena parte de los pequeños tamberos están habilitados para recibir durante cuatro meses. (Ver cuadro). Un salvataje, no un impulso, para paliar daños por sequía, dólar soja e intervenciones distorsivas.
Abarcará potencialmente al 80% de los tambos (45% de la leche) y excluirá al 20% que aporta el 55% de la producción. No es una solución, sino una devolución parcial, por los perjuicios que nos genera la actual política macroeconómica y cambiaria, como el ministro ha reconocido. Y nosotros así interpretamos.
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