2023, Año perdido para el Campo
Ha comenzado el año y se mantiene la sequía en los campos, con el paso de los días solo vemos que los cultivos de verano de la región núcleo se van deteriorando cada vez más. Los pastos no crecen y las lagunas se mantienen secas. Los pronósticos meteorológicos nos confirman que las lluvias serán menores a las habituales durante el primer trimestre y que finalmente la Niña se va a ir retirando a partir de marzo. Por lo pronto, al fracaso de la cosecha fina, le sumamos esta mala perspectiva productiva de la cosecha gruesa y en ganadería una alarmante baja de productividad. Esta última, por falta de alimento que generan bajo índice de preñez, menos terneros destetados y disminución de cabezas. Además de la manipulación de precios (planchados en los últimos 8 meses) que genera una falta de previsibilidad en una actividad a largo plazo cuyas pérdidas llevan a una real descapitalización y del sector que se derrama en la sociedad en su conjunto.
En países vecinos como Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile existe una relación confianza recíproca entre el sector privado productor con los respectivos gobiernos, producto de políticas coherentes, sustentables y de largo plazo. Cabe destacar, que muchas tecnologías propias fueron tomadas por los países vecinos con mucho éxito, siendo éstas la base de su perfil exportador y desarrollo.
Como productores y haciendo uso del sentido común, exigimos políticas de estado agropecuarias predecibles y desarrollo de infraestructura (en un país de grandes extensiones y con capital de agua dulce) para así aprovechar a pleno los recursos naturales que existen, junto a la tecnología altamente desarrollada, se genere mayor y mejor producción, promoviendo y alentando el valor agregado en origen. Esto podría generar más trabajo y arraigo, logrando un círculo virtuoso de la economía.
Los mecanismos económicos como el cepo cambiario, las retenciones, los dólar -soja I y II, la creación de los pocos transparentes fideicomisos, el cierre de exportaciones, la manipulación de los mercados, no han hecho otra cosa que crear incertidumbre al productor a la hora de la toma de decisiones y han roto la confianza y previsibilidad de los acuerdos de Argentina con el mundo.
La extrema situación actual del sector agropecuario, economías regionales y el país en su conjunto, nos avergüenza como ciudadanos. Estamos en el 2023 en un país rico en recursos naturales, donde de una vez por todas con madurez y consensos tenemos que hacer los cambios necesarios y determinar políticas de estado productivas a corto, mediano y largo plazo y así salir adelante.
Ante semejante adversidad, solicitamos que el gobierno baje los impuestos, unifique el tipo de cambio, eliminen las retenciones y liberen los mercados, para poder hacer frente a esta durísima realidad. Devuelvan la extrema confiscación fiscal de nuestros recursos que hoy requerimos para enfrentar la crítica realidad de un año perdido.
Servimos a la patria, mejorando la producción
Prensa Sociedad Rural de Rosario
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