Un correcto análisis de suelo

El análisis de suelo como herramienta fundamental para una estrategia de fertilización y preservación de la calidad de suelo

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La importancia del análisis tiene la trascendencia que le corresponde como la calidad de los insumos que en nuestros suelos aplicaremos.

Esta confiabilidad está ligada a la precisión y sensibilidad de la aparatología utilizada por nuestros laboratorios con una particular auditoria en el país. Ello le confiere mayor certeza a quien realice las respectivas interpretaciones y recomendaciones.

La cronología comprende en sentido amplio a:
– toma de muestras
– estudio físico-químico de las muestras
– interpretación de los resultados
– recomendaciones de la fertilización
– evolución de la nutrición por análisis de planta

El aprovisionamiento de toda esta información redundará en beneficios; por conformar una fracción importante de la producción.

Toma de muestras: para disminuir las posibilidades de error, deberán tomarse la mayor cantidad de sub-muestras posibles en forma de zig-zag, usando pala o barreno a 30° ó 45° y tomando nota de características diferenciales del lote.

Estrategias del muestreo

Cuatro variables que deben ser consideradas al momento del muestreo de suelo
1. La distribución espacial de las muestras a través del lote.
2. La profundidad del muestreo.
3. La época del año que se está muestreando.
4. Las características del área muestreada.

Al considerar cada uno de estos ítems, evitará irregularidades en el análisis y posterior interpretación.

La distribución del muestreo depende de la variabilidad que se presenta en cada área. Son suficientes de 12 a 15 sub-muestras para constituir un muestra final de 150 gramos, para aproximadamente 50 hectáreas de relativa uniformidad. Extensiones de mayor superficie deberán sub-dividirse en áreas mas pequeñas. Deberá seguir el mismo criterio (de sub-división) para cuando las superficies no son uniformes.

La profundidad del muestreo: las muestras usadas para hacer recomendación de nutrientes, deberán ser tomadas dentro de los primeros 15-18 cm. de profundidad; para confeccionar una adecuada recomendación. Una excepción a lo antedicho es en los lotes de varios años de sistema de siembra directa, que mostraron estratificación de la materia orgánica, pH, y de algunos nutrientes; donde se adicionará una muestra de los primeros 7 cm. De esa forma, permitirá tener una noción del comportamiento de los diferentes nutrientes en la estratificación.

La época del año para muestrear: está ligada a que tipo de corrección se quiera realizar, ya sea para equilibrio de suelo o bien para la nutrición del cultivo inmediato a sembrar. Para el primer caso, se toma con suficiente antelación 2-3 meses, para poder coordinar la logística de los diferentes materiales a ser usados. Mientras para el segundo caso, serán necesarios 10-15 días previos a la siembra. Si la intención es determinar el índice nitrógeno contenido en nitratos, los tiempos se ajustarán a la estrategia de aplicación del nitrógeno; no debiendo exceder las 48-72 horas en condiciones normales (sin variabilidad), la decisión de incorporar a este nutriente una vez munido del resultado del análisis.

Las características del lote, deben ir acompañando a cada muestra con una planilla de notas con características puntuales. Abarca manejo, cultivo antecesor y rinde, visualización de impedimentos físicos varios, intención de rendimiento, tipo y cantidad de fertilizantes aplicados con el último cultivo y todo dato de consideración.

La suma de esta información complementaria permite confeccionar recomendaciones para cada caso en particular.

Ing. Agr. Marcelo E. Palese/Agritotal

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