Hace cuatro años en nuestra ciudad se desarrollo una maratón nocturna que entre sus atenuante conto con la presencia de Martin Kremenchuzky, atleta no vidente, quien además de correr dio una charla en el Salón Blanco de la Municipalidad de 9 de Julio, centrada en romper esos límites en el ser humano.
De aquella reunión participaron un centenar de personas, entre ellos un juninense, Walter Nuozzi, quien jamás pensó iba a tener un cambio que impactaría en su vida.

Aquel contacto con Martin Kremenchuzky, lo hizo descubrir dentro de sí un potencial dormido y que lo empezó a canalizar a través de la Asociación “Ojos de Águilas”, una entidad capitalina que se ocupa de reclutar “Guías” de atletas ciegos.
Luego de ir adquiriendo experiencia y el trabajo de acompañar atletas en distintas competencias, hace unos meses, nació un nuevo desafío en Walter Nuozzi, ya que el programa de “Ojos de Águilas”, en un convenio con la Municipalidad de Junín, surgió ser el “Guía” de dos niños Mateo (8) y Ezequiel (12). Con Mateo corrió en la última edición de la tradicional Maratón “Dino Hugo Tinelli” en un recorrido de 3 kms. para menores.

Walter compartió su experiencia de vida esta semana con El Regional Digital quien detallo aquella noche pos carrera en 9 de Julio me intereso la causa y el único inconveniente era que yo estaba en Junín, pero lejos de detenerme cada 30/40 días acudía a una carrera de Capital Federal y nos vamos rotando los atletas para que conozcamos a todos por igual y lograr tener la misma confianza con cada chico, ya que esto es vital como guía, lo demás es teoría y se aprende rápido, subrayo.
El atleta juninense explico que en esa confianza es descubrir que le gusta y que no le gusta a ese atleta no vidente, en si es saberle respetarle los tiempos y una vez que se conozca eso es un gran paso para ambos, aseguro.

Mateo y Ezequiel
Walter Nuozzi describió que “esta experiencia es especial porque es en mi ciudad cada sábado tenemos dos horas de entrenamiento atraves de Ojo de Águila junto al municipio, y les ha sorprendido, en especial cuando Martin Kremenchuzky en el mes de julio dio una charla en Junín, ahí estaban las dos familias con Mateo y Ezequiel que querían hacer atletismo.
Este atleta reconoce mientras se emociona al detallar esta vivencia, que hace cuatro años atrás no espera esto, sobre todo en su ciudad, además Mateo y Ezequiel me sorprenden con el amor propio que tienen, y esto me hace seguir en este camino, para dos chicos que no tenían de poder hacer algo y sus vidas se proyectan.
Fotos: Carina Almud