Informe caprolecoba
Hay expectativas en que el Clima sea favorable para los tamberos
Con nuevas lluvias (inconvenientes para varias zonas que vienen mal), seguidas de la entrada de una masa de aire frío importante, llegamos a mediados de Julio en la Cuenca Oeste de Bs As.
Lamentablemente, es difícil en lo inmediato poder resolver lo estructural de fondo de las cuestiones hídricas que afectan una parte significativa del oeste de nuestra región, donde hoy es urgente la ayuda y asistencia adecuadas a los damnificados para enfrentar la situación. Y atender la red caminera.
Esperamos que se cumplan los pronósticos del SMN que de aquí en más, y para el trimestre que va hasta Setiembre adelantan la probabilidad de lluvias sólo normales y temperaturas normales o superiores a las normales. Para que con días más largos y trabajos oportunos se apure la salida de las aguas. En el resto de la Cuenca, predominan condiciones agroclimáticas normales.
Las condiciones para la producción de leche han ido mejorando gradualmente en gran parte de Santa Fé y Córdoba. Y en Buenos Aires se reparten en un abanico que va desde “convenientes” a “complicadas”. Aquí siguen los problemas derivados del movimiento del agua en algunas cuencas (América), agravados en varios lugares por recientes precipitaciones abundantes (Casbas, Guaminí). Las napas están muy altas, y no son pocos los caminos rurales cortados o intransitables. Mientras, por otro lado, en gran parte del “corredor” de la Ruta 5 y amplias áreas de la región, se cuenta con un ambiente favorable.
Los tambos que han perdido porciones importantes de su base forrajera, están forzados a resolver una dieta para sus rodeos basados en reservas y en concentrados “importados” al campo. Trabajan (sin opción) con mayores costos, y necesitan contar con accesos adecuados, que muchas veces no disponen.
Y los campos con menos problemas, tienen buenos verdeos y pasturas, reservas de calidad, administran sin dificultad el suministro de concentrados a sus rodeos, y ya alcanzan buenas producciones individuales.
Por otro lado, las estadísticas públicas (Subsecretaría de Lechería) señalan que en Junio la producción nacional superó en un 5% a la de Mayo, y en un 4% a la del mismo mes del año previo. Por lo que en 2017, de seguir esta tendencia, superaríamos lo producido en 2016 (que fue un año de baja producción).
En la Cuenca Oeste de Bs As, los precios de la leche remitida en Junio, mostraron un incremento porcentual que merodeó el 2,10% sobre el mes previo. Tanto en $/litro, como en $/KSU. Y expresados en dólares, se ubicaron cerca de los u$s 0,3250/litro, y los u$s 4,50/KSU (u$s1 = $16,68 Márgenes Agropecuarios – Junio).
Por su parte, la comparación interanual (a moneda corriente) mostró un incremento algo superior al 35% en $/litro y alrededor del 38% en $/KSU, respecto de Mayo de 2016.
Julio: Se enfría la temperatura ambiente, y ¿también la mejora del precio de la leche?
En las negociaciones que están en curso en Julio, se percibe en muchas industrias la decisión de moderar la búsqueda de leche. Aunque en otras (las menos) se mantiene más activa.
No se trata de empresas que hayan colmado su capacidad operativa (que se mantiene en buena medida ociosa), o que no tengan capacidad de pagar un poco más ahora, sino de firmas que han percibido la llegada del postergado “escalón de otoño” en los recibos. Con un mercado interno apaciguado por los altos precios al consumidor, y el temor de no poder capturar negocios aceptables en el mercado externo, o tener que volver a engrosar los stocks, en la próxima primavera. Y un colmo: el susurro de las primeras pymes, que otra vez habrían comenzado a ofrecer leche a las “grandes”, en un ejercicio de “clearing”, reñido con las buenas prácticas comerciales, que resulta lesivo a la transparencia y la posibilidad de mejora del precio al productor.
Los tiempos de la mejora en el precio llevarán de la mano a los de la recuperación productiva.
MARCO POLÍTICO INSTITUCIONAL
¿Crítica para construír o para destruír?
La crítica y el debate que se genera a partir de ella son muy necesarios como contribución a los procesos de cambio y transformación que llevamos adelante en las distintas actividades y en la sociedad.
Claro que esta crítica puede ser constructiva o destructiva, en la medida en que sume a los demás opiniones conducentes en relación a la visión o los objetivos compartidos por la comunidad que nos contiene; o simplemente opere como un “palo en la rueda”, si se circunscribe a la descalificación sistemática del conjunto, en la medida en que no se subordine a nuestras propias sentencias.
¿Opinamos y criticamos para contribuír y sumar en una construcción transformadora? ¿O lo hacemos para imponer nuestra propia idea? ¿Practicamos la crítica y la autocrítica o sólo la crítica? ¿Ponemos la prioridad en la solución de los problemas y el desarrollo de la reflexión y la acción colectiva, o en tratar de demostrar que “teníamos razón” aunque sea en un prolongado camino de fracasos? ¿Aceptamos el protagonismo compartido y el liderazgo flexible y renovado? ¿O necesitamos siempre anteponer nuestra propia figuración?.
Son sólo algunas preguntas, que quizá sea oportuno que nos respondamos los involucrados en este proceso de cambios en que transita nuestra lechería. Que busca dejar atrás su pequeñez y alcanzar un futuro de grandeza, que es posible y viene ya muy postergado.
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