El Faro de Claromeco cumplió 103 años

Mide 54 metros, cuenta con 278 escalones y fue declarado munumento historico. Permitio escuchar a las fuerzas armadas britancias durante la guerra de Malvinas

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El Faro es una imagen emblemática y referencial de Claromecó. Fue erigido muy poco tiempo después del mismo nacimiento (1920) de la localidad balnearia del distrito de Tres Arroyos.
Como en toda costa, con la necesidad de tener referencias en la tierra para las embarcaciones que naveguen por la zona, la gran torre de 54 metros de alto terminó de construirse en 1922, sobre tierras donadas por la familia Bellocq.
Fue inaugurado el 20 de octubre de ese mismo año y desde entonces su función principal es la de impedir incidentes en el mar, evitando naufragios, sirviendo de advertencia a las embarcaciones para que no terminen atrapadas en los bancos de arena más próximos a la costa.
Es por eso que una de sus características «?la altura- les permite a los navegantes advertir su presencia a una distancia de 25,9 millas náuticas, equivalentes a 48 kilómetros aproximadamente.
Entre las cualidades que también han permitido que su historia sea conocida están los 278 escalones de su escalera, la misma que por muchos años pudo utilizarse para subir a la cima.
Pero desde hace tiempo las autoridades del Servicio de Hidrografía Naval (SHN), que pertenece al Ministerio de Defensa, determinaron que no puede haber más ascensos de civiles.
Se ha explicado que el acceso público no se permite con el objetivo de cuidar el equipamiento y la seguridad del personal como de quienes quieran acceder, sin estar preparados o autorizados.
Sobre el predio donde se encuentra emplazado se destacan además las construcciones, entre las que se encuentran la vivienda de la autoridad de turno, un garaje y un espacio abierto.
El Faro de Claromecó también fue declarado Monumento Histórico y hasta sirvió para protagonizar una particular historia local durante la guerra de Malvinas, al permitir que sobre su parte más alta, el torreón, se instale una antena con la cual un grupo de radioaficionados logro «?escuchar al enemigo»? para ayudar a las fuerzas armadas argentinas.
Ese recuerdo especial logró reunir la colaboración de vecinos como «?Lito»? Omar Angel López Cabañas (radioaficionado), Carlos Bancur (electricista) y Susana Ferrando (profesora de inglés). Fuente: La Voz del Pueblo

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